El apartheid musulmán: los refugiados olvidados.

Por David G. Littman y Bat Ye'or

En 1945 había cerca de 140.000 judíos en Irak; 60.000 en Yemen y Aden; 35.000 en Siria; 5.000 en El Líbano; 90.000 en Egipto; 60.000 en Libia; 150.000 en Argelia; 120.000 en Túnez; y 300.000 en Marruecos, Tánger incluido. Eso alcanza un total de cerca de 960.000 ? y faltan más de 200.000 en Irán y los de Turquía.

Jordania cubrió el 78 por ciento de Palestina según lo señalado por la Liga de Naciones en 1922. Cerrando los ojos al artículo 15 del Mandato de la Liga de Naciones, Gran Bretaña decidió en 1922 que ningún judío estaría autorizado ni a residir ni a comprar tierra en lo que era ahora el Emirato de Transjordania. Esta decisión fue ratificada por el reino de Jordania en su ley No. 6, sección 3, del 3 de abril de 1954 (reactivada en la ley no 7, sección 2, del 1 de abril de 1963), que indica que cualquier persona puede convertirse en ciudadano de Jordania mientras no sea un judío / a. Incluso cuando Jordania hizo 'la paz' con Israel en 1994, esta legislación Judenrein permaneció en vigor.

De estas comunidades judías antiguas, que datan de tiempos bíblicos, quedan menos de 40.000 judíos hoy ? y en el mundo árabe hay menos de 5.000, un medio del uno por ciento de su población al final de la Segunda Guerra Mundial.

Durante el siglo XX, miles de judíos, hombres, mujeres y niños, ancianos y jóvenes, fueron brutalmente masacrados en el Magreb, Irak, Siria, Egipto, Libia, y Aden ? incluso bajo mandato colonial francés y británico -- y también en Palestina, tras la conquista británica y durante el Mandato (1918-48).

En cuanto al porqué y al cómo estos países se convirtieron en Judenrein ("limpio étnicamente" de judíos), el titular de un artículo del New York Times del 16 de mayo de 1948 -- un día después de que Israel declarara su independencia ? lo dice todo: " Judíos en grave peligro en toda tierra musulmana. Novecientos mil en África y Asia afrontan la ira de sus enemigos".

El 18 de enero de 1948, el presidente del Congreso Judío Mundial, el Dr. Stephen Wise, apeló al Secretario de Estado de Estados Unidos, George Marshall: "Entre 800.000 y un millón de judíos de Oriente Medio y África, Palestina aparte, se encuentran en 'el mayor peligro de aniquilación' a manos de musulmanes que son incitados a la guerra santa sobre la Partición de Palestina? Los actos de violencia ya perpetrados, junto con los contemplados, están claramente dirigidos a la total aniquilación de los judíos, [y] constituyen genocidio, que bajo las resoluciones de la Asamblea General, es un Crimen contra la Humanidad ".

Ya en Irak (1936 y 1941), Siria (1944-45), Egipto y Libia (1945), y en Aden (1947) -- todos antes de la fundación del estado de Israel -- los ataques criminales habían asesinado y herido a miles. He aquí una descripción del informe oficial de 1945 del presidente de la comunidad judía de Trípoli, Zachino Habib, describiendo lo sucedido a los judíos libios de Trípoli, Zanzur, Zawiya, Casabat y Zitlin entre el 4 y el 7 de noviembre de 1945: " Los árabes atacaron a los judíos obedeciendo órdenes misteriosas. Su estallido de violencia bestial no tiene motivo plausible. Durante cincuenta horas dieron caza a los hombres, atacaron casas y tiendas, mataron a hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, torturaron y desmembraron horriblemente a los judíos en el interior ? Para realizar la matanza, los atacantes utilizaron diversas armas: cuchillos, dagas, palos, barras de hierro, mazas, revólveres, e incluso granadas de mano". (1)

Un ejemplo reciente de tales actos asesinos se vio el 11 de abril del 2002, cuando el atentado jihadista de la antigua sinagoga de Djërba, en Túnez, mató a 17 e hirió de gravedad a muchos otros, ancianos turistas alemanes en su mayoría. Un portavoz de al Qaeda reivindicó la autoría del atentado. Lo que queda hoy de la comunidad judía de Túnez buscó la seguridad en Israel y en otras partes ? como el 99 por ciento de sus correligionarios antes de ellos.

Los Pogromos y las persecuciones, y el temor fundado por su futuro, precedió regularmente a las expulsiones en masa y los éxodos de los judíos, cuyos ancestros habían habitado estas regiones desde tiempos inmemoriales, un milenio o más antes de que las sucesivas oleadas árabes conquistaran y los ocuparan desde el siglo VII. Desde 1948, más de 650.000 de estos refugiados judíos orientales fueron integrados en Israel --- incluso mientras el país era amenazado con la aniquilación desde los estados vecinos de la Liga Árabe, que durante más de 40 años, rechazó el Plan de Partición de Palestina de la ONU de 1947. Aproximadamente 300.000 judíos más encontraron refugio, y una patria nueva, en Europa y las Américas.

Casi la mitad de los 5 millones de judíos de Israel ? de una población de 6,2 millones, de la que apenas el 20% son israelíes árabes, drusos y beduinos ? se compone hoy de esos refugiados y sus descendientes, no recibieron ninguna ayuda humanitaria de las Naciones Unidas, y en la práctica tampoco la pidieron. Fueron los judíos de todo el mundo, recién salidos de la Shoáh, los que trabajaron junto con Israel por lograr esta integración.

Pero con todo, era este desafío árabe a la legalidad internacional por parte de la Liga Árabe en 1947-1948 -- mantenido década tras década en tentativas fracasadas de politicidio ? lo que llevó a la actual catástrofe árabe palestina. Un compromiso paralelo a favor de los menos numerosos refugiados árabes de Palestina (en 1948 eran unos 550.000, aunque a menudo se cita una cifra de 750.000) por su integración en alguno de los 21 estados árabes (que cubren el 10% de la superficie del mundo) fue considerado un sacrificio simbólico y monetario demasiado grande, incluso a pesar de sus enormes recursos petroleros.

La observación de George Orwell de que todos somos iguales ? pero algunos más iguales que otros ? podría aplicarse bien a los refugiados judíos desde los años 40: al parecer, unos refugiados son más iguales que otros. Pero el millón olvidado -- judíos refugiados de tierras árabes ? no fueron ayudados por la ONU, ni fueron mantenidos durante más de medio siglo en campamentos de refugiados, alimentando la desesperanza, la frustración, y ? bajo los auspicios de la ONU ? una cultura de odio y muerte, en la que los terroristas suicida jihadistas prosperan hoy.

La transferencia de poblaciones a gran escala, como consecuencia de la guerra o por motivos políticos, ha sido siempre una característica de la historia humana, particularmente en el Oriente islámico. Las deportaciones, las expropiaciones y las expulsiones de dhimmis ? judíos, cristianos y otros pueblos nativos ? se repitieron a través de la larga historia de dhimmitud, Palestina incluida. Uno debe preguntarse hoy la motivación verdadera de una memoria selectiva, históricamente pobre, que pone de relieve sistemáticamente a los refugiados árabes --- sufriendo la propia política de la Liga Árabe -- pero que olvida convenientemente a los refugiados judíos de tierras árabes, entre otros.

La Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU del 22 de noviembre de 1967 --- también numantinamente rechazada entonces por la Cumbre de la Conferencia de la Liga Árabe en Khartoum, con la fórmula: " No a la paz con Israel, no al reconocimiento de Israel, no a las concesiones de cuestiones de derechos nacionales palestinos " -- alude a "una solución justa al problema de los refugiados". Este término se aplica implícitamente también a los refugiados judíos de países árabes ? que se habían visto obligados a buscar seguridad fuera de sus tierras nativas ? y no sólo a los refugiados árabes palestinos a los que no se alude específicamente en la resolución.

Las dificultades calamitosas soportadas por los refugiados judíos de países árabes nunca han sido consideradas por Naciones Unidas, ni la pérdida de sus inestimables propiedades y herencia que databan de hace más de 3000 años. Ya es hora de tratar esta seria injusticia seriamente, en el contexto de una solución global justa y paritaria con la actual tragedia de Oriente Medio, una vez que la directiva palestina termine su guerra de jihad y adopte - de verdad - el camino democrático a la paz.

El 24 de abril del 2002, en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, nos referimos a este tema como representantes de la World Union for Progressive Judaism. Hablando en " derecho de réplica " el delegado del Irak de entonces (Saad Hussein) indicó, sin vergüenza, que "respondía a las mentiras que oímos en la declaración del caballero que llamamos David Littman, conocido por su animadversión hacia árabes, musulmanes y el islam. La historia árabe, la historia árabe e islámica durante catorce siglos, no ha atestiguado daño ninguno a los judíos ? absolutamente el contrario. Los judíos han vivido, y continúan viviendo en paz [sic], y se han protegido sus lugares sagrados y sus propiedades hasta hoy [sic] (...) Viven en países árabes hoy en perfecta seguridad, a pesar de los sucesos ? los acontecimientos horribles que ocurren en Palestina " [sic]. (2)

Como era de esperar, la verdad es muy diferente. Siempre han prohibido a los judíos residir en Arabia Saudí o Jordania; hoy no hay judíos en Libia; menos de 100 en Egipto y Siria; ¡y solamente 17 permanecen en Irak!. Planteamos otra vez brevemente la cuestión del millón largo de refugiados judíos olvidados procedentes de países árabes en la sesión siguiente de la Comisión de la ONU ? ¡cuando la presidencia estaba ocupada por la embajadora de Libia!. En la última sesión de seis semanas, más del 50 por ciento del tiempo de la comisión fue utilizado para temas palestinos ? para consternación de muchos observadores internacionales.


Notas
(1) Renzo di Felici, Judíos en una tierra del árabe: Libia, 1835-1970 (Universidad de Tejas, 1985, pp. 193-94., N. 19, P. 365)

(2) Interpretación inglesa ONU, de lo taquigrafiado de la declaración en árabe.

David G. Littman es historiador y representante de dos organizaciones no gubernamentales de la ONU en Ginebra.

O barco laborista segue facendo augas pero non termina de afundirse. O partido de Tony Blair logrou sobrevivir, unha vez máis, pero non sen pagar un alto prezo. En Escocia, os laboristas cederon o primeiro posto no Parlamento aos nacionalistas do SNP, mentres que en Gales, onde Plaid Cymru lle arrebatou tres escanos, terán que pactar goberno. Os resultados das eleccións do pasado xoves mostran que o electorado británico lle está dando a costas ao laborismo representado polo primeiro ministro Tony Blair. As perdas son máis cualitativas que cuantitativas nos casos de Escocia e Gales e, incluso, a hemorraxia de votos a nivel local en Inglaterra é aceptable para os laboristas, cuxa experiencia é que as derrotas nas eleccións locais non se traducen en perdas similares nas xerais, onde os laboristas ate agora conseguiron reeditar a súa vitoria. No primeiro caso, o partido de Blair perdeu catro escanos, pero o avance do Partido Nacionalista Escocés (SNP) que, tras obter vinte escanos máis que nas eleccións de 2003, agora contará con 47 deputados -un máis que os laborista- dos 129 que constitúen o Parlamento Escocés, relegaron ao laborismo á posición de segundón no panorama político escocés que, ate agora, dominara. Nestas eleccións, os nacionalistas escoceses non só atraeron o voto en áreas laboristas, senón que tamén conseguiron o dos votantes que nas anteriores eleccións apoiaron a partidos minoritarios. «Unha Escocia independente»
«O Partido Laborista nunca volverá a pensar que ten o dereito divino ao goberno. Escocia avanzou sen retorno e para sempre», afirmou o líder nacionalista Alex Salmond tras anunciarse a vitoria do SNP nas eleccións autonómicas. O electorado escocés non só fixo do SNP o partido maioritario en Escocia -aínda que sexa coa vantaxe dun só deputado sobre os laboristas-, tamén referendou un proxecto de futuro que inclúe a convocatoria dun referendo de autodeterminación para 2010. En declaracións ao programa da BBC Drive, unha voceira do SNP adiantou que Salmond iniciará unha rolda de consulta para a formación de goberno, e reafirmou que a cuestión da autodeterminación non só está na axenda, senón que «esperan unha Escocia independente para 2011». Precisamente, a chamada «cuestión constitucional» pode ser o principal problema ao que se enfronte o SNP para a formación de goberno, xa que o líder dos Liberais Demócratas, Menzies Campbell, xa advertiu que o seu partido está en contra da independencia de Escocia. Os liberais obtiveron 16 deputados e os conservadores 17, tras perder un escano. A lexislación para a formación de goberno en Escocia prevé un prazo de 28 días, así pois o novo goberno debe tomar posesión antes do 30 de maio. Polo que respecta a Gales, o Partido Laborista perdeu a maioría pero segue sendo o partido máis votado e con 26 deputados, a formación co maior número de representantes no Parlamento. De novo, os nacionalistas foron os beneficiarios da perda de tres escanos por parte dos laboristas, que foron recaer en candidatos de Plaid Cyrmu, que obtivo 15 escanos. Liberais e conservadores mantéñense co mesmo número de deputados, 6 e 12, respectivamente. O líder laborista galés Rhodri Morgan aceptou que o seu partido terá que negociar cos seus rivais políticos a formación dun novo goberno en Gales e se expón a posibilidade de consultar coas bases do partido as distintas posibilidades. Aínda que inicialmente os seus socios naturais son as liberais, cos que xa formaron coalición de goberno antes das eleccións, algúns membros do Partido Liberal Demócrata xa advertiron que

O 26 de Abril de 1937 en Gernika(hai 70 anos)ás 16:30 da tarde fixéronse redobrar as campás da igrexa de Santa María, achegábanse avións nazis. Gernika é a vila sagrada dos vascos, alí está a Casa de Xuntas e o Carballo de Gernika, lugar no cal os señores de Biscaia e os reis de España xuraban respectar as vellas leis milenarias do pobo vasco. Tropas e aviación enviadas por Adolf Hitler e Benito Mussolini, conxuntamente cos mercenarios árabes participaron da ofensiva contra o País dos Vascos, cunha inusitada crueldade. Gernika é todo un símbolo para os vascos e naqueles tempos de guerra non se daban rendido; polo tanto o xeneral Franco ideou un escarmento. Conxuntamente co comandante da Lexión Cóndor Wolfran von Richtofen, arrasarían a cidade cun bombardeo masivo de bombas incendiarias e explosivas, con posteriores ametrallamentos dos sobreviventes. Tamén incorporouse a aviación italiana. Os incendios continuaron deica que se apagaron eles sós. Gernika estaba destruída e máis de dous mil persoas morreran sob as bombas nazis. Había moitos feridos e unha devastación que non se borrará xamais da memoria histórica. Gernika foi un prólogo das destrucións masivas que se deron durante a Segunda Guerra Mundial. Diante da indignación mundial do bombardeo a unha cidade aberta e sen defensa, os franquistas e os seus aliados nazis pergeñaron unha mentira mantida durante corenta anos: "os propios vascos incendiaran a súa vila sagrada". O xornalista inglés George Steer foi testemuña da traxedia e a mentira posterior. Relatando a verdade da destrución pola aviación a través do xornal Times. Os gobernos de Alemaña e Italia pediron perdón en 1997 por participar na destrución da cidade de Gernika. En contraposición os gobernos franquistas e os seus sucesores, nunca se fixeron cargo da responsabilidade de ter organizado e executado tamaña inxustiza. É xa tempo de que os españois fagan fronte á súa responsabilidade na destrución do 70% da cidade de Gernika e da morte de numerosísimos veciños da cidade e periferia. Terán a valentia? Ou só teñen valentía nas prazas de touros?

Um choque entre dois modelos
A lógica dos combustíveis fósseis está emaranhada com os ideais da modernidade e do mercado. Pela primeira vez, está surgindo uma alternativa real a esse paradigma. Como obter uma transformação tão radical? E se há condições para fazê-lo, por que insistimos no modelo da devastação? Das 96 páginas de [R]evolução Energética emergem duas conclusões cruciais: nas últimas décadas, surgiram condições para alterar o paradigma de produção de energia vigente nos três últimos séculos; essa transição implica mudanças políticas, sociais e culturais de enormes proporções. O paradigma energético atual é uma das marcas da modernidade. Foi essencial para o surgimento da indústria, para a multiplicação de nossa capacidade de locomoção pelo planeta e para a definição de boa parte de nossos hábitos atuais de consumo. Ao mesmo tempo, permitiu uma expansão extraordinária das relações sociais capitalistas. Curiosamente, boa parte de seus elementos foi copiada com entusiasmo pelas experiências do chamado "socialismo real"... Este padrão baseia-se em ao menos seis princípios centrais, todos muito relacionados e interdependentes entre si. Apoiou-se no uso energético, em larga escala, dos combustíveis fósseis (carvão, petróleo, gás). Floresceu numa época em que se cultivava uma visão antropocêntrica do mundo, para a qual a natureza era, em essência, um "recurso" a ser explorado incessantemente pelo ser humano. Tirou proveito um padrão de consumo individualista, que considerava legítimo adquirir qualquer bem (um super-iate, um automóvel 4x4), bastando ter recursos para tanto. Adotou a concentração produtiva: as jazidas de carvão, petróleo e gás estão presentes apenas em alguns pontos do planeta, e para explorá-las são necessários grandes obras e vastos capitais. Estimulou a competição empresarial: os combustíveis eram abundantes, a concorrência entre as empresas era benéfica ao consumidor, pois tendia a oferecer preços mais baixos. Praticou o descaso com a justiça social: enxergou a eletricidade e transporte como mercadorias (às quais tem acesso quem tem poder de compra) e não direitos (que devem ser assegurados a todos, independentemente de capacidade financeira). A partir de meados do século passado, começou a ficar claro que este paradigma era ambiental e socialmente insustentável. Como destacou o último relatório do IPCC, esse modelo divide a humanidade. Uma pequena parcela tem acesso a um padrão ilusório (e cada vez mais extravagante) de conforto e luxo. A maioria é estimulada a se aproximar do estilo de vida e consumo dos primeiros, mas é cada vez mais atingida pelas conseqüências do modelo. O grande mérito dos movimentos ambientalistas e contraculturais foi argumentar que, nessas bases, a igualdade é, além de impossível, indesejável. Quando cada habitante viver e provocar emissões de CO2 semelhantes às do mundo rico, estaremos num planeta morto. Aliás, o descuidado e devastação da natureza no antigo bloco soviético foi ainda mais brutal que no ocidente. Sementes visíveis de outro futuro
[R]evolução Energética revela algo novo e curioso, tanto do ponto de vista da energia quanto da transformação social. Ao se espraiar entre as sociedades, a contestação ao velho paradigma gerou elementos de um modelo novo. A alternativa não é apenas hipotética ou retórica. Rapidamente, estão surgindo e se multiplicando idéias, iniciativas e tecnologias que invertem, um a um, os princícipos do modelo anterior e tornam possível um mundo de energia limpa.
Dois capítulos do relatório do Greenpeace são dedicados, aliás, à descrição das novas fontes energéticas e aos passos (tecnológicos e políticos) que é preciso dar para que elas substituam os combustíveis fósseis. Em geração eólica, por exemplo, houve avanços no desenho das turbinas, na variedade das usinas (de pequenos cataventos, para suprir comunidades isoladas a verdadeiras usinas de vento, localizadas no oceano, capazes de abastecer grandes cidades) e na difusão da fonte (na Dinamarca, Alemanha e Espanha, os ventos já são parte não-desprezível da matriz energética; em todo o mundo, o volume energético gerado vem crescendo a taxas de mais de 10% ao ano). Outra fonte onde há enormes avanços é a solar. Já não se trata apenas dos coletores térmicos para aquecer a água de residências. Há duas vertentes muito promissoras: as células fotovoltaicas (que permitem gerar eletricidade a partir da luz) e as usinas de concentração solar (nas quais espelhos ou parabólicas captam a radiação e a direcionam para pontos onde, por meio de altíssimas temperaturas, produz-se vapor que move turbinas). Há novidades nas usinas hidrelétricas, já responsáveis por 20% da eletricidade gerada no planeta. Para evitar a construção de enormes represas, que inundam territórios, destróem ecossistemas e deslocam populações, estão surgindo tecnologias "do fluxo do rio", que dispensam ou reduzem significativamente a necessidade de armazenamento de água. Biomassa: uma fonte importante, mas não única
O Greenpeace também não despreza a biomassa. Embora sua queima (em motores automotivos ou na geração de eletricidade) desprenda gás carbônico, esse efeito é compensado, às vezes com sobras, pela fotossíntese das plantas que mais tarde serão usadas para produzir combustível. Uma ampla variedade de fontes e métodos está sendo pesquisada: a produção de álcool, a gasificação (e posterior queima) da matéria orgânica e a geração de energia por meio de fermentação. Aqui, a questão a enfrentar não é a qualidade da energia (incomparavelmente mais limpa que a fóssil), mas o sentido social e ambiental das políticas que serão adotadas para produzi-la. Não é necessário devastar florestas para originar biomassa: há enormes áreas cultiváveis ociosas. Ao invés de se estimular o cultivo em latifúndios (como no caso do álcool automotivo brasileiro), pode-se perfeitamente estimular a agricultura familiar (como se faz, também no Brasil, com o biodiesel). Uma característica essencial das energias limpas é a diversidade. Em vez de apostar todas as fichas nos fósseis, o novo padrão está em busca permanente de novas fontes. O relatório do Greenpeace cita a oceânica (a ser gerada a partir do choque das ondas com captadores sólidos) e a geotérmica (produzida a partir de gêisers e talvez, no futuro, de vulcões). No cenário da revolução, vislumbrado pelo documento, as fontes renováveis responderão, em 2050, por 69,3% da eletricidade consumida no planeta. Irão se destacar a energia eólica (23,1%), solar (18,64%, sendo 9,48% térmica e 9,16% fotovoltaica), hidrelétrica (15,22%) e da biomassa (9,51%). Contribuirão de algum modo a marítima (0,5%) e geotérmica (2,3%). As fontes sujas responderão por 30,7% da eletricidade.
Como energia também significa aquecimento e transporte, o peso dos combustíveis fósseis na matriz energética geral ainda será importante: 50,24% (contra 80% hoje). Abolida a energia nuclear, as fontes limpas responderão, em 2050, por 49,76% do total. O gás natural (22,05%) superará o petróleo, em esgotamento (20,6%, contra 33,8% atuais). Nesse cômputo mais amplo, a biomassa adquire grande relevância. O relatório prevê que ela será, isoladamente, a principal supridora das necessidades de energia do planeta, respondendo por 24,9% do consumo primário.

A denuncia que onte fixo en rolda de prensa o grupo parlamentar basco Ezker Abertzalea da utilización das torturas relatadas polos últimos detidos en Euskadi non debería quedar en mera anécdota. Nun estado de dereito é esixible que as súas institucións, así como os partidos que participan nelas, mostren especial celo diante das posibles vulneracións de dereitos humanos, e con maior dilixencia se estas procedesen dalgunha desas institucións. Diante dunha denuncia de torturas, inmediatamente deberían porse en marcha as investigacións pertinentes para sancionar o delito se o houbese ou, en caso contrario, para non deixar lugar á menor dúbida sobre ese tipo de prácticas. Non ocorreu así tampouco tralas últimas detencións e a sombra dunha dúbida máis que razoable, que en Euskadi alóngase desde hai moitos anos, planea sobre certas institucións do Estado. A actitude da maioría dos partidos non é compatible cos dereitos humanos que din defender.

Há muitas e boas razões para revisitar a vida e as idéias de Enrico Berlinguer, um líder político capaz como poucos de suscitar amores e divergências, paixões e hostilidades, não só quando dirigia, como se dizia então, o maior partido comunista do Ocidente, mas ainda hoje. Só reconstruindo com paciência quem foi e o que fez Berlinguer é que se pode encontrar a chave para compreender, para além da grande comoção suscitada pelo seu fim dramático, o nascimento do mito que rodeia sua figura. Um mito que tem até algo misterioso. Pode parecer incoerente em relação a um homem tímido e esquivo, com uma existência tão pouco romanesca, empregada na direção de um partido que não existe mais, entre reuniões naquele edifício da Via delle Botteghe Oscure que há tempos se tornou um banco, numa Itália e num mundo que foram atingidos por uma transformação violenta e com resultados ainda imprevisíveis.
Creio que Berlinguer consiga se fazer ouvir não só por parte de quem tem uma certa idade, mas também pela geração que em 1984, no momento da sua morte, estava nas salas de aula do primeiro grau ou ainda não chegara ao mundo, por causa do fascínio moral da sua figura. Numa época como a nossa, dominada pela política das "paixões frias", dos compromissos, dos cheques em branco a quem está no poder, Berlinguer, em vez disso, é o exemplo de como se pode tentar dar um fundamento ético às próprias propostas políticas, sem esquecer nem por um minuto as pessoas de carne e osso que são suas destinatárias. E, além disso, havia um modo de ser quase irrepetível, que certas fotos elucidam melhor do que muitas descrições. Berlinguer, com um sorriso ansioso, que aperta com força demasiada a mão de Aldo Moro nos dias da solidariedade nacional. Berlinguer, tão magrinho, que fala em Moscou, num plenário de burocratas soviéticos, para reivindicar o valor universal da democracia. Berlinguer, espantado mas no fundo feliz, levantado por Roberto Benigni no palco de uma festa de L'Unità.

"Não era um político, era um poeta", diria em seguida Benigni, pouco depois do fim tão inesperado e do funeral grandioso, talvez o mais imponente da história republicana. Uma homenagem carinhosa, mas que também se presta a interpretações pouco benevolentes. E, de fato, a acusação de ter estado distante demais da realidade contingente, uma espécie de sonhador abstrato e à caça de utopias, fez com que muitas vezes uma parte dos seus herdeiros dissesse que, para reconstruir na Itália uma esquerda moderna, seria preciso "matar o pai". Ou melhor, "esquecer Berlinguer", como sugeria o título de um panfleto infeliz dos anos noventa.

Sempre pensei que, para responder a estas polêmicas, não havia nada melhor do que partir novamente dos fatos, sobre os quais em seguida, como é óbvio, cada qual pode formar a própria opinião.

E é também para contribuir neste sentido que republico, com algumas atualizações, esta biografia, escrita com base em documentos inéditos, em pesquisas de arquivo e em preciosos testemunhos de familiares, companheiros de partido, amigos e adversários, além de minhas lembranças pessoais, numa medida limitada. Quem revê, hoje, as várias etapas da secretaria de Enrico Berlinguer fica surpreendido com a coragem e a concretude da inovação política. Para um dirigente comunista, não foi uma escolha irrelevante o progressivo afastamento da URSS, quando o socialismo real ainda estava vivo e robusto, até a afirmação, numa célebre entrevista, de sentir-se mais seguro "sob o guarda-chuva da Otan". Disso se falou no mundo todo, assim como, anos depois, suscitaria grande alvoroço a "ruptura" definitiva de Berlinguer com Moscou, anunciada ao vivo na televisão, na época do autogolpe na Polônica - e conseguindo, nesta operação, a adesão de praticamente todo o partido.

Também tinha suscitado grande reação a proposta do compromisso histórico. Com o acordo a ser firmado com a Democracia Cristã de Aldo Moro, o secretário do PCI quis superar o maior impasse da Itália de então, a impossibilidade de alternância ligada ao fator K, a regra não escrita que excluía os comunistas do governo. E, com efeito, praticamente todo o grupo dirigente comunista, da ala amendoliana até a esquerda de Ingrao, estivera de acordo.

É verdade que aquele encontro, mesmo produzindo importantes reformas que modernizaram a Itália (penso na lei de paridade, no novo direito de família, na interrupção voluntária da gravidez, só para citar algumas), foi paralisado por dificuldades crescentes. Mas, à medida que se abrem os arquivos das grandes potências, torna-se evidente o peso da violenta hostilidade internacional, tanto no Ocidente quanto no Oriente, suscitada pela aproximação ao governo de um partido levado pelo seu secretário cada vez mais além das compatibilidades dadas. Confirmando que, no mundo contemporâneo, o terrorismo pode mudar o rumo dos acontecimentos, esta política foi liquidada, em junho de 1978, pelo assassinato de Aldo Moro por obra das Brigadas Vermelhas, o crime político mais torpe da história italiana. É um acontecimento ainda em parte obscuro, o sinal de um colapso da democracia cujo preço ainda não acabamos de pagar.

Já seria o bastante para passar à história. Mas, nos poucos anos anos que ainda viveria, toma corpo a fase de Berlinguerque sempre considerei a mais interessante e rica de intuições. É a fase dos "pensamentos longos", das idéias e escolhas com que ainda hoje voltamos a deparar, muitas vezes não resolvidas, no coração do debate político. Começa a manifestar-se, no clima turvo do pós-Moro, aquela crise das instituições e dos partidos, aquela desconfiança crescente do eleitorado nos próprios representantes, cujos erros e delitos viriam cada vez mais à luz, até o auge de "Tangentopoli" [o sistema generalizado de corrupção e financiamento ilícito de partidos, desmantelado pela "Operação Mãos Limpas]. Berlinguer fora o primeiro a compreender a profundidade do mal. Talvez não tenha sabido delinear, em prazo curto, um projeto político bastante convincente para substituir o já superado compromisso histórico. Mas teve o mérito de identificar um tema alheio à cultura política italiana - a questão moral - como "a questão nacional mais importante". É uma definição que deu no calor da hora, indignado com a incapacidade dos poderes públicos de enfrentar o desastre do terremoto da Irpinia. E repetiu isso muitas vezes, não se cansando de evocar a necessidade de uma regeneração da política, cada vez mais encerrada nos seus palácios, e dos partidos que se transformavam em máquinas de poder e de suborno. São argumentos que se poderiam repropor sem alteração ainda hoje.

Nesta exigência de renovar profundamente a vida pública, Berlinguer também encontrou as mulheres. O que o fez ver de modo novo o papel das mulheres foi a vitória no referendo sobre o divórcio, no qual, como quase todos os dirigentes comunistas, tinha a certeza da derrota. Na mesma noite da vitória, disse aos seus companheiros: "Se errei ao acreditar que não conseguiríamos, é porque subestimei as mulheres. Devemos nos dar conta de que hoje elas são uma força dinâmica". Desde então, passou a considerá-las aliadas indispensáveis. Lutou com elas, único dirigente homem, na campanha pelo referendo sobre o aborto. E chegou à persuasão de que não haveria nenhum renovamento se não se encontrasse a força e a coragem de envolver na vida pública a metade do gênero humano, que dela praticamente fora excluída. Não se pode dizer que esta convicção tenha sido herdada com igual nitidez pelos seus sucessores, pelo menos enquanto não os forçou a abrir os olhos o desconforto crescente das italianas.

Há um outro aspecto de Berlinguer que merece ser sublinhado. Quando, no início dos anos oitenta, o que ninguém ainda definia como mundialização abre o caminho para a primeira revolução neoconservadora, Berlinguer se esforça por arquitetar algumas respostas a um ataque que se repetiria em tempos recentes numa escala mais perigosa e inquietante. Pode-se ler nesta ótica sua insistência, que então podia parecer até excessiva, no papel da Europa, a ser contraposto quer ao decrépito comunismo real, quer a um neoliberalismo agressivo e portador de riquezas para poucos e profundas injustiças para muitos. Para Berlinguer, era essencial defender "a anomalia européia", isto é, a velha Europa, como poderíamos dizer com as palavras de hoje, sua cultura e o enraizamento dos seus movimentos sindicais e dos seus partidos contra o ataque desferido por Ronald Reagan e pela nova direita, os precursores imediatos dos neocons de Georg W. Bush. Muito antes da queda do muro de Berlim, pensava que, no mundo, a contradição maior se tornara aquela entre o norte do bem-estar e o sul da fome, e que daí devia recomeçar a análise das esquerdas.

Nesta ótica, agiu no sentido de uma aliança com as socialdemocracias européias, em particular com a SPD de Willy Brandt e com o partido do sueco Olof Palme, chegando a imaginar um governo mundial da economia. E, com muitos anos de antecipação em relação aos massacres dos Bálcãs e à guerra preventiva contra o Iraque, dedicou-se com todas as suas energias à "diplomacia dos povos" e aos movimentos pacifistas, como instrumentos de defesa da paz no mundo. Todos aqueles que, inclusive nestes últimos anos, continuam a negar que Berlinguer haja virado a página em relação à URSS e que tenha sido irreversível a opção por um novo socialismo ancorado na Europa parecem ter se esquecido de páginas inteiras da história recente.

Mas as acusações mais insistentes referem-se ao papel de Enrico Berlinguer na cena italiana. A este secretário em busca de idéias novas censura-se ter dado vida, com a denúncia da partidocracia e a insistência na questão moral, a uma cultura que, mais tarde, terminaria por beneficar a nova direita; censura-se não ter sabido projetar reformas institucionais que permitissem a alternância, ter conduzido seu partido por um caminho sem saída. A outra face da medalha destas acusações é a parcial revalorização de Bettino Craxi, o grande adversário de Berlinguer nos últimos anos da sua vida, o líder de tipo novo que teria sabido captar a vontade de modernização dos italianos. Numa autobiografia, há alguns anos, Piero Fassino chegou a imaginar o embate entre Berlinguer e Craxi como uma surreal partida de xadrez. Quando está prestes a fazer o lance final, Berlinguer percebe que, com o movimento sucessivo, o adversário lhe daria o xeque mate. E então escolhe morrer "um minuto antes que o outro mova a peça", para evitar a derrota. Talvez o secretário dos DS se tenha deixado levar pela sugestão do filme de Bergman. Parece-me difícil imaginar que, qualquer que seja o juízo sobre os dois políticos, aquela partida dramática pudesse resolver-se com a vitória de Bettino. No mínimo, em razão de como as coisas se desenvolveriam em seguida. Nos seus anos de governo, Craxi não conseguiu fazer as reformas constitucionais que apregoara nem melhorar a Itália. Seu Partido [o PSI], que mesmo nos melhores momentos jamais superou 15%, caíra "numa corrosão moral que chega bem antes de Tangentopoli", como lembrou Giuliano Amato. E, no seu dramático declínio, o líder do PSI arrasta consigo uma parte consistente da própria tradição socialista, já posta em crise pelo abandono dos seus protagonistas de maior prestígio, de Norberto Bobbio a Riccardo Lombardi e a Antonio Giolitti.

Bastante diferente é a herança de Berlinguer, que nunca assumiu formas rígidas e prescritivas, mas, ao contrário, é feita de um patrimônio de idéias, de paixões, de exemplos de vida, que continuam a agir na consciência de muitos e de muitas. Berlinguer legou uma esquerda melhor e mais aberta, mais preparada para enfrentar os desafios do novo século. Também por isso, creio que refletir criticamente sobre sua extraordinária experiência só possa fazer um grande bem, dentro e fora dos limites da esquerda.

A décima edición de «Sahme Man» (O que a vida deume), da escritora Pari noosh Saniee, non obtivo o permiso de reedición por parte do Ministerio de Cultura e Guía Islámica de Irán. Unha das novelas máis famosas e vendidas da literatura moderna no país non volverá estar nas librerías porque as novas autoridades non lle dan o visto bo. Os críticos nacionais comparan esta novela con «Cen Anos de Soidade»
e nas súas páxinas pódese seguir a vida dunha xeración de iraníes que foi perdendo a esperanza desde o inicio da revolución ata os nosos días.
O «caso Saniee» é só un exemplo dos moitos que se dan en Irán desde que o presidente Ahmadineyad alcanzase o poder en agosto de 2005. A súa chegada provocou o desembarco dunha serie de políticos ultraconservadores aos ministerios e o seu traballo xa empeza a deixarse notar. A censura e a presión sobre os intelectuais chegaron a tal punto que na última semana un grupo de editores e escritores do país denunciaron ao Ministerio de Cultura e Guía Islámica «por violar o dereito fundamental á
liberdade de expresión e retirar o permiso de reedición a libros que xa o tiñan con anterioridade».

Un caso claro
A Premio Nobel da Paz de 2003, Shirin Ebadi, é a avogada deste grupo e encabeza a protesta. Para Ebadi, «é necesario falar en voz alta contra
este Ministerio porque toma medidas ilegais. Un libro que xa foi editado en nove ocasións non pode ser perigoso para a poboación». A principal crítica por parte da avogada teheraní é que o Ministerio non argumenta a negación dos permisos e estase poñendo problemas a todo
tipo de libros. Os responsables de Cultura de Irán responderon ás acusacións lanzadas por Ebadi asegurando que se trata de «imaxinacións» da avogada. O Ministerio asegura que a cada autor que se achega a preguntar polo
permiso de edición do seu libro, respóndeselle a tempo e con argumentos. Doutra banda, o sindicato de escritores -asociación ilegal integrada por autores veteranos, entre eles os máis recoñecidos- publicou unha carta
aberta para protestar pola situación actual no país. Diferentes portais non gobernamentais de internet, como Rooz Online, publican este documento onde os escritores protestan contra a pena de morte, os activistas políticos que permanecen na prisión e os filtros aos que
están suxeitas as súas web en internet. O último punto denuncia a situación nas universidades, e os escritores lamentan «a pechadura dos xornais
estudiantiles». Contra os xornais oficiais
Na carta tamén se critica que os xornais oficiais, como «Kayhan», «ameázannos directamente, sinálannos co dedo e intentan politizar todos os nosos escritos como accións contra o Goberno. Por culpa deste ambiente pégannos nas callejuelas e cada vez recibimos máis ameazas». Ali Ashraf Darvishian é un dos firmantes da carta aberta de protesta.
Este escritor probou os cárceres do Sha e dos ayatolás, e algúns dos seus libros están prohibidos en Irán. Só se poden ler en alemán,
francés, turco e noruego, non en farsi. «Neste país non hai xeito de decatarse realmente do que ocorre porque non existe a liberdade de expresión. Eu, á miña idade, xa decidín escribir o que me dá a gana e, se non me dan o permiso de publicación, envíoos ao estranxeiro. Jatami ou
Ahmadineyad fan o mesmo traballo», denuncia Darvishian. A presión sobre escritores e editores tamén alcanza ás organizacións
non gobernamentais. As principais asociacións feministas levaron a cabo durante a mañá de onte un acto de reparto de panfletos nas montañas de Teherán, o único acto previsto para celebrar o Día Internacional da Muller, que se celebra o vindeiro xoves. O ano pasado as mulleres manifestáronse, sen o permiso oficial, no
céntrico parque Danesyoo da capital, e a concentración acabou dispersada a paus polas forzas da orde. Ante o incremento da tensión, as
asociacións decidiron non concentrarse nas rúas por temor á resposta policial. As protestas internas coinciden coa denuncia por parte de Amnistía Internacional (AI) dela ejecución de 177 persoas en 2006 en Irán, varias delas
lapidadas e polo menos catro delas menores. Amnistía advirte ademais que outras seis mulleres, un home e polo menos 24 menores máis están no corredor da morte, polo que fai un chamamento para impedir os seus ejecuciones mediante a recolleita de firmas no portal «www.
actuaconamnistia. org,». Amnistía Internacional denuncia que só en xaneiro deste ano leváronse a cabo outras 19 ejecuciones en Irán, aínda que segundo o organismo con sé en Nova York a «cifra real podería ser moi superior».

A mediados de febreiro foi publicado mundialmente o resultado do certame World Press Photo 2007, posiblemente o máis prestixioso da súa clase, cuxa edición número 50 acababa de completarse. No mesmo participaron 4460 fotógrafos de 124 países que presentaron 78.083 imaxes, das cales o xurado galardoo tan só a 60 delas e onde soamente unha recibiu o premio principal como a mellor foto do ano que terminou. ¿E adiviñe sobre que tratou a foto ganadora deste hipercompetitivo concurso global? Por suposto, sobre a infinita maldade israelí. A mellor fotografía do 2006 foi aquela que retratou a devastación de Beirut logo dos bombardeos israelís durante a última guerra no Líbano.

O xurado, presidido por unha editora do New York Estafes e integrado por fotógrafos profesionais, editores de imaxe e representantes de axencias de prensa de varios países, definiu dez categorías diferentes as que á súa vez estaban subdivididas en dúas seccións. Das seis categorías relevantes aos propósitos deste artigo, en catro delas houbo fotografías premiadas referentes a Israel. Desas catro categorías, en tres delas os primeiros premios foron para fotos que abordaban temática sobre Israel. Na única categoría na que Israel estivo presente sen obter o primeiro premio, a metade das fotografías seleccionadas eran relativas a ela. Á súa vez, unha das dúas únicas fotografías receptoras dunha "mención de honor" era sobre Israel. Noutras palabras, dun total de 38 imaxes galardonadas nas categorías relevantes a asuntos políticos actuais, sete delas referían a Israel. Quere dicir que case unha quinta parte destas fotos destacadas -previamente seleccionadas de entre máis de 78.000 fotografías presentadas desde os catro puntos cardinales- estaban vinculadas ao estado xudeu.

Isto móstranos, unha vez máis, a atención desproporcionada que recibe Israel no noso planeta e a súa mala imaxe a escala global. Invariablemente, as únicas dúas situacións retratadas nas fotografías en cuestión eran mayoritariamente sobre os estragos derivados da incursión israelí ao Líbano e, en menor medida, sobre a retirada israelí da Franxa de Gaza. Ciertamente houbo fotos galardonadas que abordaron outras e moi diversas temáticas contemporáneas tamén: desde a violencia contra a muller en Guatemala ata a crise humanitaria do Sudán, e desde as protestas en Nepal ata a inxustiza social en México. Ata un terceiro premio nunha das categorías foi para unha imaxe do asasinato a sangue frío dun palestino acusado de colaboración coas autoridades israelís, efectuado por militantes palestinos na vía pública.

Aínda así, non deixa de chamar a atención que tantos premios en tan variadas categorías sexan reservados para Israel e a súa presunta violencia. Os temas subyacentes nas fotografías relativas a Israel son os clásicos do xénero: o uso desproporcionado da súa forza militar e a victimización árabe (os libaneses parecen desprazar aos palestinos neste caso). O foco está posto no sufrimento libanés, e aquí advertimos unha acentuada selectividad. Deixando de lado a inexistencia de fotos premiadas á mantenta do dano e as mortes provocadas polos máis de 4000 misiles disparados por Hizbollah contra os israelís en 33 días, é dable recordar que durante a mesma guerra terroristas do Hizbollah usurparon fogares de civís indefensos libaneses para instalar plataformas lanza-misiles e usáronos como escudos humanos ante a esperada represalia israelí. Máis non houbo fotos galardonadas sobre este acto de barbarie (asumindo que algún fotoperiodista molestouse en tomalas).

É máis, precisamente o ano pasado -é dicir, durante o período cuberto polo certamen- máis de 600 palestinos foron asasinados en Bagdad soamente e outros 100 foron secuestrados e non se sabe nada deles. Os perpetradores son milicianos chiítas que resenten o bo trato brindado a estes por Saddam Hussein. Conforme ao relato de testemuñas, chiítas extremistas deteñen na rúa a transeúntes e esíxenlles os seus documentos de identidade, se comproban que se trata dun palestino fusílano inmediatamente. Esta persecución ha fomentado un éxodo palestino de Irak cara a Siria e Jordania, países que impuxeron fortes restricciones ao ingreso de refuxiados, deixando a moitos deles atascados na fronteira en condicións crueis e inhumanas segundo o Jerusalem Post. Quizais sexa difícil para un fotógrafo captar o momento exacto das matanzas. ¿Pero por que razón non vimos unha soa foto destes miserables palestinos perseguidos por chiítas iraquíes e abandonados sen misericordia en terras de ninguén polos alawitas sirios e sunitas jordanos? ¿Por que ten un a sospeita que de suceder isto mesmo no West Bank vísemos incontables testemuños visuales da traxedia, dentro e fose do marco de concursos fotográficos? (Con galardones, desde xa). Este certamen vén desenvolvéndose case anualmente desde 1955. En tres oportunidades anteriores a foto do ano estivo referida aos palestinos: en 1976 (imaxe de refuxiados palestinos en Beirut), en 1982 (masacre de palestinos en Sabra e Shatila), e en 1993 (pícaros palestinos blandiendo armas de juguete en Gaza). ¿Por que a súa dor non quedou documentado en imaxes masivamente distribuídas esta vez? ¿Podería ser que o sufrimento dos palestinos sexa ignorado cando este non poida ser directa ou indirectamente vinculado a Israel?

No seu website, World Press Photo explica sobre o concurso que "este ofrece un panorama de como os fotógrafos lidian co seu traballo en todo o mundo e de como a prensa dános as noticias, xuntando fotos de todas partes do globo para reflectir tendencias e desenvolvementos no fotoperiodismo". Á luz desta selección, parece que tales tendencias e desenvolvementos son moi evidentes.

Así o afirma Noah Klieger neste artigo escrito ao seu regreso de Suiza onde deu varias conferencias sobre a historia do histórico barco Exodo.

Durante a miña estadía fun entrevistado por varios xornais, incluíndo unha das publicacións líderes de Europa, o Neue Zürcher Zeitung.
O reporteiro preguntoume, obviamente, por Israel actual e o conflito no medio Oriente. Preguntoume se non estaba esaxerando ao declarar que o antisemitismo está en alza no mundo.
- "Quizais vostede está equivocado", dixo. - "Quizáis non é ningún antisemitismo, senón anti-sionismo e oposición á conduta do liderado israelí cara aos palestinos".
E esta é a raíz do problema. Por anos, os antisemitas estivéron escondendose detrás do argumento da súa oposición ao sionismo e as políticas de Israel con respecto ao problema palestino. "Nós non temos nada contra os xudeus," din repetidamente, "pero non estamos de acordo coas políticas de Israel".
Esta é unha mentira evidente. Os ataques as sinagogas, a profanación de cemiterios e os ataques a xudeus ortodoxos, Son unha expresión de "anti-sionismo"?
O asasinato dun mozo xudeu que usaba cipa e os intentos de "linchamento" doutro (ambos en Francia) Foron levados a cabo en "oposición ás políticas de Israel"?. O mes pasado, a metade da poboación de Ucrania anunciou que hai "demasiados xudeus no seu país" e que "o seu número debería ser minimizado". É isto tamén anti-sionismo? Hai uns días, un reputado instituto alemán publicou un estudo integral relativo á actitude dos alemáns cara a Israel. Os resultados do estudo son preocupantes: xorde á vista que o 44% da poboación ten unha opinión negativa respecto de Israel, e que unha maioría irresistible de alemáns (78%) cre que Alemaña debe tratar a Israel como o fai con calquera outra nación. Coma se os avós ou os pais dos enquistados non participaran no asasinato de seis millóns de xudeus. Coma se non houbese xudeus que aínda viven, milagrosamente, sobreviviron á "solución final" alemá.
Esa moi franca apatía do 78% da nova poboación alemá cara a Israel, fundado sobre as ruínas da xudería europea, é máis nada que unha expresión de antisemitismo latente. Eles poderían responder dicindo que aínda que Alemaña está comprometida cos sobrevivientes e os herdeiros daqueles que pereceron, podían expresar reservas cara ás políticas do Estado de Israel. Pero simplemente dixeron: "Non" a Israel. "Non" ao estado xudeu. Cando o presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad di, repetidamente e en forma categórica e reiterada, que Israel debe ser aliminado da face da terra, non está dicindo que "os sionistas deben ser destruídos" senón que está esixindo que o Estado xudeu enteiro sexa aniquilado; e ningún Estado esixiu que Irán sexa expulsado dos Nacións Unidas dada a súa incitación salvaxe contra outro Estado tamén membro da organización, ningunha resolución foi aprobada por Nacións Unidas, o mellor indicio da actitude e posición do mundo cara aos xudeus. A ausencia de protesta testemuña que "o tolo" de Teherán non está só. Non, non hai anti-sionismo e non hai anti-israelismo, hai só antisemitismo, aínda cando se presenta cun aspecto diferente.

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