Los petroglifos de A Ermida: Descripción del panel
El panel de los petroglifos de A Ermida consta de
cinco figuras circulares. Es horizontal y está situado en la cima de una
roca de granito de grano medio. Se encuentra en el monte de A Ermida (Eiras) en el ayuntamiento de San Amaro (Ourense). Su estado de conservación es relativamente bueno, aunque muestra bastantes signos de erosión que dificultan la percepción de algunas de las líneas.
La
figura principal tiene mayor número de círculos concéntricos y mayor diámetro que sus compañeras, alrededor de 50 centímetros de diámetro. La hemos llamado ?petroglifo A?. También se diferencia de sus compañeras en que posee líneas radiales, cuyo número es difícil de precisar debido a la erosión.
Al este de esa figura, pero fuera ya de la roca, un observador de estatura media situado en el suelo tendrá
el panel a la altura de sus ojos, permitiéndole ver el horizonte Oeste. Este hecho es lo que nos mueve a interpretar que los observadores de A Ermida debieron interesarse especialmente por las
puestas de Sol.
Dos figuras de menor tamaño ("petroglifo B" y "petroglifo D"), de unos 40 centímetros de diámetro, se sitúan respectivamente al noroeste y al suroeste del petroglifo A. Desde la zona Este del petroglifo A, fuera de la roca, como ya se ha indicado, se pueden ver las puestas de Sol justo detrás del petroglifo B en los solsticios de verano (21 de junio). Es decir, que ambos petroglifos se mantienen en línea con el punto por donde se oculta el Sol en los atardeceres de los solsticios de verano. El ángulo que forman los petroglifos B y D (con vértice en A) es de, aproximadamente, 70º.
Existe otra figura similar, pero de menor tamaño que las anteriores, a la que hemos denominado "petroglifo C". Forma un ángulo (con vértice en A) de 23º con el petroglifo B y otro ángulo de 47º con el petroglifo D. Llama la atención la disposición irregular de las figuras por el panel, a distancias distintas del petroglifo A o principal, por lo que podríamos pensar que, además de las intenciones astronómicas, el panel podría reflejar algún tipo de representación territorial.
Los cuatro petroglifos anteriores constan de una cazoleta central rodeada por círculos concéntricos. Los diámetros aproximados de las cazoletas centrales son: Petroglifo A = 16 cm.; petroglifo C = 8 cm.; petroglifos B y D, 14 centímetros. Para hablar de los alineamientos nos fijaremos únicamente en estas cazoletas centrales.
Todos los
petroglifos anteriores son similares morfológicamente a otros que han sido datados entre las épocas del megalitismo y de la Edad del Bronce. Las técnicas utilizadas para su confección debieron de ser el picado y la abrasión con instrumentos líticos, que dan líneas muy anchas en relación a su profundidad.
Un último petroglifo, que hemos denominado ?petroglifo E? es distinto de los anteriores por su morfología: Una cazoleta estrecha, unos 2,5 centímetros de diámetro, imposible de realizar con técnicas líticas. Por eso sostenemos que su realización ha sido mucho más tardía que la del resto del panel. Como curiosidad, decir que el petroglifo principal o A se sitúa al Norte magnético de este petroglifo E, aspecto que no deja de sorprendernos.
Los solsticios en los petroglifos de A Ermida
El alineamiento de los petroglifos A y B con el punto de puesta del Sol en el
solsticio de verano ha sido verificado en varias ocasiones. Aunque estamos lejos de saber cuál fue la intención de los grabadores de los petroglifos, sí podemos afirmar que la circunstancia de la alineación del punto de ocaso del Sol solsticial de verano y los petroglifos citados se produce todavía en la actualidad, como podrá comprobar cualquier observador en los días finales de junio.
No ocurre lo mismo con las observaciones del solsticio de invierno. Las puestas de sol en fechas cercanas a la Navidad no llegan a alinearse totalmente con los petroglifos A y D en la actualidad, como sería de esperar.
Los gráficos adjuntos reflejan la disposición de los petroglifos. Partiendo de la orientación al Norte magnético de la línea que une los petroglifos E y A, se ha calculado el Norte geográfico teniendo en cuenta la declinación magnética en el lugar en diciembre de 2009, que era de 3º 24'.
Los ángulos azimutales de las puestas de Sol en los solsticios de verano e invierno se han calculado a través del programa
Cartes du Ciel, de Patrick Chevalley. En el citado programa hemos introducido la altitud del lugar (
339 m.) y las necesarias coordenadas de latitud y longitud (42º 20' N y 8º 03' W, respectivamente).
Partiendo de la observación directa de la puesta de Sol de finales de junio, hemos considerado que el Sol se oculta en A Ermida cuanto tiene una altitud sobre el horizonte de 4º. Es decir, que el Sol todavía está a 4º de altitud cuando se oculta en A Ermida. Esta circunstancia se produce por la presencia de los montes de la Sierra do Suído y del Faro de Avión a cierta distancia, de 15 a 20 kilómetros en línea recta, que poseen una altitud media sobre el nivel del mar entre 850 y 1050 metros.
En los gráficos adjuntos se reflejan en rojo los ángulos azimutales en los que se oculta el Sol en A Ermida, en dos fechas distintas: en el año 2009 (en la actualidad) y en el año 3000 antes de Jesucristo. Los números y las líneas en negro señalan los ángulos del panel de los petroglifos
de A Ermida, y los ángulos azimutales a los que se dirigen las líneas A-B y A-D.
Conclusiones
Consideramos que existe alineamiento cuando la línea que une el centro del petroglifo A y el punto de puesta de Sol en el horizonte pasa por la cazoleta central de cualquiera de los petroglifos B o D, sin pasar necesariamente por el centro de la misma.
Las puestas solsticiales de verano de hace 5000 años no diferían mucho de las actuales: 298º 35? azimutales en la actualidad, 299º 24? en el año 3000 antes de J.C. (una diferencia de 49?). La cercanía de los petroglifos A y B (80 cm.) y el diámetro de sus cazoletas favorecen que el alineamiento en el solsticio de verano de los petroglifos A y B con el Sol siga produciéndose casi como lo hacía hace 5000 años.
Sin embargo, las puestas de Sol en el solsticio de invierno en la actualidad no llegan a estar en línea recta con los petroglifos A y D, pues la línea A-Puesta de Sol no llega a tocar la cazoleta central de D.
En el gráfico derecho podemos ver que la línea que pasa por el centro del petroglifo B (línea negra) se separa, al menos, 3º 38? de la línea que une A con el punto de situación del Sol (línea roja) en el ocaso en el solsticio invernal del año 3000 antes de Cristo.
La fecha de 3000 a. de J.C. no difiere de otras que han manejado autores diversos a la hora de datar los petroglifos circulares del Noroeste de la Península Ibérica. Los márgenes cronológicos son muy amplios, yendo desde finales del Neolítico y megalitismo (hacia el 3400 a 3100 a. de Cristo) y la Edad del Bronce (2000 a 1200 antes de Cristo). Sabemos que a 200 metros de la Roca de A Ermida existe, al menos, un túmulo megalítico o
mámoa.