?en esta villita, en este pueblo marinero se yergue, como señora que todo lo percibe, la hermosa iglesia parroquial; de estilo gótico, elegante y esbelta como no hay otra en esta sin par comarca ribadense?. Con este encabezamiento se dirige el cura párroco de Rinlo y la Comisión que se formó con intención de recaudar los fondos necesarios para dotar la nueva iglesia parroquial de un retablo mayor, acorde a la grandeza de la edificación, a los rinlegos que residían fuera de la patria.
Se había inaugurado oficialmente la nueva iglesia parroquial el 29 de junio de 1933, falta todavía, de toda ornamentación. Desde un principio, el cura párroco y los vecinos de Rinlo, quisieron dotar su elegante iglesia parroquial de un buen retablo mayor, que guardará las proporciones artísticas y en consonancia con la grandeza de la edificación.
Se formó una Comisión parroquial, que rápidamente se puso al frente de los trabajos y empezó a recoger los donativos. A instancia de Sr. Obispo, D. Benjamín de Arriba y Castro se inició esta laboriosa tarea en el año 1938. Formaban parte de la Comisión: D. Leonardo Posada, D. Manuel Mántaras, D. Aníbal Otero y el cura párroco D. Pedro Cedrón Rivas.
Fue encargada la construcción del nuevo retablo mayor de Rinlo al tallista mindoniense D. Joaquín Ares Díaz, por un importe de 32500 pesetas (*) (1).
(*)-D Joaquín Ares Díaz nació en el barrio de Guillade, de la parroquia de Santa María de Vilamor (Mondoñedo) el 5 de agosto del año1.880. Era hijo de Pedro Ares Fernández y de Rosa Díaz.
Desde muy joven destacó en el hábil manejo de las herramientas para la talla en madera. Entró como aprendiz en un taller de ebanistería en Mondoñedo, en el que mostró unas excelentes actitudes. En el año 1.900, se trasladó a Barcelona a estudiar en la Escuela de Artes y Oficios y donde un arquitecto amigo suyo le recomendó y colocó en la Casa Busquet, uno de los mejores talleres de la época en ebanistería y talla. Participa con la empresa en los trabajos de restauración del Salón de Actos del Ayuntamiento de Barcelona, en las obras que dicho organismo presentó a la Exposición Internacional de Bruselas y en la confección de un sillón que regalaron al Rey Alfonso XIII, con motivo de su visita a la Ciudad Condal.
La madera no tenía secretos para él; era un hombre feliz cuando acariciaba las maderas nobles: tejo, cerezo, nogal, ciprés, boj, ébano, caoba, cedro, castaño, etc.
D. Joaquín Ares Díaz falleció en su domicilio del barrio de Guillade, parroquia de Santa María de Vilamor (Mondoñedo) el 10 de diciembre del año 1.961, viudo de Consuelo Gómez García.
(1)- Andrés García Doural, año 2018, ?Rinlo; su vida, su gente?, pág. 80 y81.