 El 13 de octubre de 1567 se firmó la escritura de la venta que Pedro Fernández Miranda, vecino de Castro de Oro, hizo a la Justicia y Regimiento de Mondoñedo de unas casas que se habían quemado junto a la plaza pública y en cuyo solar se edificaría para Ayuntamiento un noble edificio. El citado edificio es el que ocupa en la actualidad la biblioteca pública municipal, la oficina de turismo y unos pequeños establecimientos. El precio del solar ascendió a 90 ducados.
El nuevo edificio llegaría a tener una amplia sala de bagajes en su planta inferior, cuerpo de guardia, sala donde se ejecutaban los sorteos; entrada principal y un pórtico con arcos a la altura de la calle principal, capilla, cocina, sala consistorial y archivo, en su planta superior.
En la parte superior de la fachada que mira al Cantón y a la plaza de nuestra catedral, sobre su balcón de hierro fundido y a la derecha del escudo imperial de Carlos V, podemos contemplar una gárgola de hierro, decorada con formas vegetales. Al mismo tiempo que realizaba su función de verter las aguas pluviales del tejado, era utilizada como ornamento.
Se conoce como Gárgola un caño (de hierro o de piedra, por lo general) colocado en la base de la techumbre de algunos edificios nobles, destinados a verter las aguas pluviales a cierta distancia de los muros. Estas sobresalen del borde de los tejados algo más de un metro y por lo general se encuentran decoradas con figuras fantásticas o formas vegetales. La única gárgola que se conserva hoy en día en el antiguo consistorio mindoniense pasa desapercibida para la gran mayoría de los transeúntes.
Gracias a los numerosos artículos publicados en la prensa local por D. Eduardo Lence Santar, sabemos que el tres de enero del año 1582 se contrató con el cerrajero Pedro López hacer cinco caños grandes y buenos con sus gárgolas para verter las aguas del tejado de la edificación. Muchas veces nos preguntamos ¿A dónde fueron a parar las otras cuatro gárgolas? De casualidad sabemos adonde fue a parar una de ellas. El 9 de diciembre de 1894 el Ayuntamiento vende varios muebles y efectos existentes en la antigua casa consistorial, entre ellos un canalón o gárgola de hierro a D. Pascual Martínez (1).
En Mondoñedo, todavía podemos contemplar alguna gárgola de piedra en la fachada lateral de la catedral y en el antiguo convento de Los Picos y unas de cobre en el atrio de la catedral.
(1)- Archivo del Ayuntamiento de Mondoñedo, varios, carpeta 2414.
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