 Este gran crucero se halla situado en el lugar conocido como ?A Ponte Nova?, en el margen derecho de la carretera que comunica Mondoñedo con Ferreira del Valle de Oro, una vez superado el cauce del río que algunos llaman Goutan.
Sencillo crucero, colocado sobre una base de cantería, de forma cúbica. En la parte superior de la cruz, tiene dos pequeñas cavidades en las que se encuentran dos figuras metálicas. En la cavidad superior se halla la figura de Cristo y en la inferior la de la Virgen. Sus tamaños no superan los quince centímetros. Se cubren estas imágenes con una puerta de cristal. Hasta hace unos treinta años, existió en la parte inferior del fuste una pequeña caja metálica, en la que depositaban los devotos sus limosnas.
El crucero no se halla en su lugar original, los motivos de su traslado a las inmediaciones de la primera vivienda fueron que se amplió el puente sobre el río y se varió el trazado de la carretera. De este modo se halla más protegido de los posibles impactos de los vehículos.
La fecha de su construcción se encuentra gravada en la parte superior de la cruz ?1848?. En el frontal de su base tiene colocada una cartela de piedra pizarrosa en la que se puede leer perfectamente la siguiente inscripción: ?El Ilm. Sr. D. Telmo Maceira, Obispo de Mondoñedo, concede 40 días de indulgencia a los que rezaren un credo delante de esta cruz. Año de 1854?.
Este crucero se halla en muy buen estado de conservación, aunque la piedra pizarra de su frontal se halla partida. Nuestro amigo y compañero de trabajo, Alfredo Rodríguez López, fue quién se encargó de su traslado, quién se esmera en tenerlo bien cuidado, limpio e iluminado y adornó su entorno con diversas plantas de jardín. Tiene proyectado cambiarle la piedra rota por otra nueva.
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 En el mes de diciembre del año 1819 se comenta en el Ayuntamiento de Mondoñedo que era muy necesario para el mes de enero entrante podar algunos árboles del Campo de los Remedios, que habían sido colocados durante el mandato del Alcalde Mayor D. Ignacio Martínez de Torres y ser muy preciso reponer otros que se habían secado por haberlos destruido ¡los cerdos!, a fin de que el principal paseo de la población no se vaya destruyendo. En sesión del 9 de diciembre del año 1819, el Ayuntamiento de Mondoñedo acuerda: "Se haga la dicha podación y se repongan los álamos faltosos en el entrante mes de enero, por todo lo que se faculta al Sr. Capitular D. Pedro de Vivero y Mareo, vendiéndose todos los despojos que resulten, para con ellos pagarse a los operarios, según se hizo en épocas anteriores y con la mira de que no se vuelvan a experimentar iguales perjuicios, se prive a que los expuestos lechones vayan al Campo de los Remedios, cuidándose sus dueños de evitarlo, advertidos de que si no lo cumpliesen, se recogerían por el Alcaide carcelero y exigirá por cada uno y por cada vez cuatro reales, fijándose adictos para que no se alegue ignorar".(1) En los primeros días del mes de enero de 1904, el Alcalde de Mondoñedo D. Francisco Díaz Portas, hace presente a la Corporación mindoniense la necesidad de plantar algunos árboles y renovar otros inútiles en la Alameda de los Remedios, avenida del mismo nombre, la del cementerio municipal y Campo de Alcántara. La Corporación también acuerda completar la plantación de tilos en la parte Sur del Campo de los Remedios (2).
A finales de la segunda década del siglo XX, los ciudadanos de Mondoñedo que dedicaban sus momentos de ocio y esparcimiento a pasear por los pasillos de la Alameda de los Remedios, recibían de vez en cuando el impacto de la pelota con que jugaban los jóvenes al fútbol. Llegaron a ser tan numerosas las protestas, que el Alcalde tomó la drástica decisión de prohibir la práctica de este deporte en el citado lugar. Les facilitó el terreno para la práctica de este deporte en el Campo de la Feria. A finales de los años veinte, estaba prohibido circular en bicicleta por los pasillos de la Alameda de los Remedios. La alcaldía llegó a multar económicamente a los jóvenes de Mondoñedo Alfonso Cigarrán y a Manuel Vázquez por no cumplir esta prohibición. En la actualidad, no vemos cerdos por las calles o caminos de la población de Mondoñedo y menos en la Alameda de los Remedios. Hoy podemos ver coches estacionados, niños circulando en bicicleta, niños jugando a la pelota e incluso los camiones-palco de las orquestas. Los árboles, cada vez son más escasos y los existentes se hallan muy deteriorados. Los tiempos, usos y costumbres han cambiado una barbaridad.
(1)- Archivo del Ayuntamiento de Mondoñedo, carpeta 959, acta de 9 de diciembre de 1819.
(2)- Archivo del Ayuntamiento de Mondoñedo, acta municipal de 4 de enero de 1904.
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