La iglesia parroquial de Santiago de Lindín se hallaba situada en el lugar conocido hoy como ?iglesia vella?, en la parte inferior del territorio de la parroquia, a la orilla de un viejo camino de carro que descendía al Valle de Lorenzana y se había quedado pequeña. A mediados de los años cincuenta del siglo XIX las autoridades eclesiásticas deciden construir una nueva iglesia parroquial, más amplía y más cómoda para los vecinos, en un lugar más céntrico de la parroquia. Estos trabajos duraron un tiempo.
Sabemos por documentación consultada que en el año 1859 se pagaron 760 reales a José do Rego, pintor de Mondoñedo, por blanquear el exterior e interiormente la nueva iglesia parroquial de Santiago de Lindín, por pintar dos altares colaterales, con sus efigies, por pintar el Vía Crucis, la puerta de la iglesia y la cepa de las campanas.
En el año 1860 se construyó una caseta junto a la iglesia parroquial (más adelante usada como escuela) para su servicio, se separó el cementerio del atrio, cerrándolo con dos puertas, se hicieron dos entradas de escaleras para subir los fieles a la iglesia, se alargó el atrio, cerrándolo de muralla, con su puerta. Las piedras para las escaleras proceden de las canteras de Reiriz. Su importe ascendió a 53 reales y el transporte de ellas a 116 reales.
Realizaron todos estos trabajos Jerónimo Chorén, Francisco López, Mateo Alvite (pedrero) y Tomás Folgueira. Ascendió el importe de estas obras 2.116,7 reales (1).
(1)- Archivo Diocesano de Mondoñedo, libro 2 de fábrica de la parroquia de Santiago de Lindín.