|
|
|
|
EL RACIONAMIENTO |
|
 La España de los años cuarenta tenía algo más de veintisiete millones de habitantes, de los cuales millón y medio, eran viudas.
La clase obrera había visto mermada hasta los límites de la mera supervivencia su capacidad adquisitiva. Escasez, precios elevados, reducción de salarios, dejan a los españoles en una situación tan precaria que propició de forma intensiva la emigración a América de grandes contingentes humanos.
España se hallaba aislada internacionalmente. El bloqueo político se veía agravado por un bloqueo económico en el que España se encontraba desabastecida de productos como el petróleo, la maquinaria o bienes de equipo, tan necesarios para afrontar una reconstrucción que se desarrollaba a ritmo muy lento. Los españoles vivían bajo un régimen de escasez de casi todo. Los cupos y cartillas de racionamiento no solo afectaban a los alimentos más necesarios, como el pan, el aceite, la harina, la carne, sino también el tabaco.
Frente a un mercado oficial tan desabastecido, la población respondió con mecanismos ?extraoficiales?, que recibirían el nombre de estraperlo y mercado negro, con los que se saltaba los cupos de racionamiento y el control de los arbitrios, fielatos y comisionados de abastecimiento, que fijaban los precios y regularmente la distribución de los productos. La determinación y la capacidad creativa de los emprendedores de la década de los años cuarenta serán los cimientos sobre los que se forjaran importantes emporios industriales, que a la vuelta de unos años, no solo triunfaran en España, sino que se convierten en multinacionales con presencia en numerosos países de Europa y América.
El 1 de junio de 1952 dejaron de estar en vigor las populares cartillas, los cupones y los cupos de racionamiento. Desde esta fecha los industriales ya pueden expender y las familias adquirir libremente los elementos de primera necesidad que se hallaban estancados desde hacía algo más de diez años.
|
|
|
|
REPRESENTACIÓN DE UN GAITERO EN MONDOÑEDO |
|
 El historiador, arqueólogo y archivero D. José Villaamil y Castro abrió la marcha acerca del tema de las representaciones de gaiteros en los monumentos de Galicia, con unas notas publicadas a comienzos de los años setenta del siglo XIX, en la revista compostelana ?Galicia Histórica?, dirigida por López Ferreiro.
D. José dio a conocer un gaitero en la iglesia de San Francisco de Orense, otro en Santo Domingo de Ribadavia y otro en la iglesia de Celanova. Con el paso del tiempo, este tema fue ampliado con otras aportaciones.
El actual párroco de Nuestra Señora de los Remedios de Mondoñedo, D. Pedro Díaz Fernández, nos comentó en una ocasión que en el precioso retablo del Santuario de los Remedios existía tallada y decorada la imagen de un gaitero arrodillado tocando la gaita al Niño Jesús. Aprovechando su información y provistos de nuestra cámara de fotos, le realizamos varias fotografías, para darlo a conocer.
Este retablo fue costeado por el Obispo Sarmiento y ordenó llevar el viejo para la iglesia parroquial de San Andrés de Masma.
El 13 de diciembre de 1745, el obispo Sarmiento contrató con D. Juan Antonio Amoedo y Troncoso y su esposa Dª Manuela de Castro Lemos, vecinos de Ribadavia, la doradura y pintura de dicho Altar Mayor, en veinticinco mil reales.(1)
(1)- D. Eduardo Lence Santar, El Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, año 1909, página 13.
|
|
|
|
|
|
|
|
|