
En la mañana del miércoles 28 de noviembre de 1928, en una vivienda de la calle de la Concepción de Mondoñedo sucedió un incidente de película, que duro desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Unos obreros que se encontraban abriendo una zanja para la nueva acometida de agua vieron que de una de las casas salía un joven de unos 28 años, con signos de locura, armado de una horquilla de grandes dimensiones, dirigiéndose a ellos en actitud amenazante e invitándolos a suspender sus tareas.
A consecuencia de la violenta excitación que padecía el demente, llamado Efrén Regueiro (1), su madre y los obreros se vieron en la necesidad de pedir auxilio a los vecinos, autoridades municipales e incluso guardia civil con objeto de evitar una posible desgracia.
En los primeros momentos se presentaron el comandante del puesto de la guardia civil, acompañado de varios guardias, que pusieron en práctica los medios necesarios para poder reducirlo, operación que resultaba extremo peligrosa. La guardia civil no pudo proceder a su detención porque se había encerrado en una habitación y amenazaba con matar a quien entrara. Con intención de atontarlo y poder detenerlo, se comenzó a quemar azufre en una habitación contigua, al hallarse abierta una de las ventanas de la que encontraba el demente. La estratagema no dio el resultado apetecido, por lo que el demente salió disparado por la puerta de la habitación y se encaramó al tejado de la vivienda. La guardia civil incluso realizó varios disparos al aire, pero el demente lejos de amedrentarse se enfureció más.
Efrén al verse acorralado, desde el tejado de la vivienda armado de la horquilla de hierro, de grandes dimensiones y con largo mango, amenazaba a los que pretendían acercársele, al mismo tiempo que arrojaba piedras en todas direcciones.
Con esta actitud tan violenta, fueron trascurriendo las horas, hasta que a las cuatro de la tarde el sargento de la guardia civil subió al tejado y lo intimidó para que se entregara, pero en aquel instante y para escaparse, Efrén saltó a otro tejado más bajo, en cuyo acto uno de los guardias, que estaba oculto detrás de una chimenea, se lanzó sobre él, pero con tan mala fortuna, que se cayó, instante que aprovecho el enfurecido vecino para emprenderlo a golpes con el guardia, que no lo hubiera pasado nada bien, sin la oportunísima intervención del Somatén, D. Matías Gort Canoura (2), que despreciando el riesgo existente, no vaciló en abalanzarse sobre el Efrén, evitando de esta manera que siguiera golpeando en la cabeza al guardia.
La oportuna intervención salvo seguramente la vida del guardia y dio lugar a que el demente se tirara a una huerta contigua, a la que también bajo el Somatén, consiguiendo sujetarlo (3). Una vez sujetado el demente, fue montado en un automóvil y conducido a la cárcel del Partido, desde donde fue posteriormente trasladado a un centro psiquiátrico.
Madre e hijo habían comprado la vivienda de la calle de la Concepción hacía unos dos años al regresar de América y ella se hallaba tramitando la documentación requerida para ingresar a su hijo en un centro sanitario. Ambos eran naturales de Cospeito. Desconocemos el futuro de Efrén aunque sabemos que su madre en 1936 continuaba residiendo en su domicilio de la calle de la Concepción.
Muchos años más tarde, este incidente fue recordado en algunas tertulias por Paco Martínez Fanego o Gonzalo García antiguos habitantes de la citada calle. Paco, por razón de edad, lo comentaba con mucha precisión.
(1)- “La Provincia”, núm. 1698, viernes 30 de noviembre de 1928, pág.1.
(2)-D. Matías Gort Canoura, nació el 5 de agosto de 1870 en Foz. Era hijo de D. Hipólito Gort Beltrán (Sargadelos) y de Dª Candida Canoura (Foz), que regentaban un importante hospedaje en la calle Sarmiento de Mondoñedo y que tenía salida a la calle de La Concepción. D. Matías fue concejal de la Corporación mindoniense. En 1919 era corresponsal administrativo del diario “El Progreso”. En 1929 formaba parte del cuerpo de Somaten.
(3)-Boletín Oficial del Cuerpo de Somatenes Armados de la 8ª Región, año VI, núm.63, febrero 1929.
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No es el Elche. C.F. Es una formación de la S.D. Mindoniense en la Tercera División, temporada 1992/93, vistiendo la segunda equipación al coincidir con los colores del conjunto local del Gran Peña. Encuentro celebrado el 25 de octubre de 1992, con el resultado de 1-4 a favor del conjunto mindoniense.
En el Campo Municipal de Barreiro de Vigo, forman de izquierda a derecha y de arriba abajo: Nacho, Alberto García, Devesa, Alberto Bermúdez, Bebo, Kike, Santillana, Lemos, Pín, Carlitos y Noly.
La S.D. Mindoniense logró ascender a la Tercera División en la temporada 1990/91, donde permaneció por espacio de seis temporadas.
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