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ORIGEN DEL MOLINO ?MARTIÑEGOS? |
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Los molinos de mano se emplearon durante largo tiempo, desde que el grano se incorporó a la alimentación del ser humano. Los molinos hidráulicos fueron apareciendo cuando el agua fue utilizada como fuente de energía a aplicar para la elaboración de la harina.
Según algunos autores, las primeras referencias del molino hidráulico vienen reflejadas en texto del escritor clásico Antipates de Salónica, hacia el año 85 antes de Cristo. Vitrubio en el año 27 antes de Cristo describe la existencia de ruedas verticales movidas por fuerza hidráulica. En el siglo V, Gregorio de Tours menciona estos artefactos.
En la edad media, los molinos de mano aumentan de tamaño y pasan a ser movidos por la fuerza motriz del agua, comenzando a poblarse de estas construcciones la mayoría de los cursos de agua. Cualquier corriente de agua era aprovechada por nuestros antepasados para la construcción de un molino harinero. Podía ser de un particular, aunque por lo general eran varios sus usuarios (quendeiros), los cuales se encargaban de su mantenimiento.
A la orilla del cauce del Río Baos, en las proximidades del barrio de Fondo da Vila de la parroquia de Santa María mayor de Mondoñedo, se encuentra la edificación de un molino harinero. En un principio, su edificación nos pareció más antigua, pero de casualidad logramos averiguar su origen.
El 19 de abril de 1892 se publica en el Boletín Oficial de la provincia la solicitud de D. Manuel Loureiro Rego, bisabuelo paterno de nuestro amigo Gervasio Loureiro Ron, vecino de la parroquia de Santa María Mayor de Mondoñedo pidiendo autorización para construir un molino harinero en términos de la citada parroquia. También se publicaba que se concedían 30 días para reclamar contra la autorización.
El 17 de abril de 1893, el Boletín Oficial de la provincia publicaba que se le concedía autorización a Manuel Loureiro Rego, para construir un molino harinero en terrenos de la parroquia, aprovechando 45 litros de agua por segundo del río Martiñegos, en el punto denominado ?Chantre?.
Hace años que el molino ha dejado de moler, el abandono comienza a hacer mella en la edificación y la vegetación a cubrir la edificación.
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UN CURA DE ARMAS TOMAR |
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La primera vez que me hablaron de las andanzas de este cura párroco mindoniense fue mi buen amigo ?Xe Freire?, gran conocedor de publicaciones y de muchos documentos relacionados con nuestro Mondoñedo.
El citado cura se llamaba D. Tomás Rico Fernández, quién rigió durante el último tercio del siglo XIX la parroquia de Santa María Mayor de Mondoñedo. D. Tomás se vió involucrado en unos actos poco onerosos para el cargo que desempeñaba en los años ochenta del siglo XIX. De esos incidentes, incluso se hizo eco la prensa regional.
Según la prensa escrita, D. Tomás Rico, siendo ya párroco de Santa María Mayor estuvo algo relacionado con ciertos actos políticos: ?aunque se busque con un candil, un cura párroco tan cabecilla electoral como el de Santa María Mayor? (1).
A finales del mes de junio de 1887, el feligrés Tomás Díaz Carbajales se hallaba rezando ante una cruz que en aquella parroquia habían dejado colocada los P.P. Pasionistas en recuerdo de una reciente misión. Desde una de las ventanas de la casa rectoral (desaparecida), el cura párroco le descerrajó un disparo con una carabina, no hiriéndolo por fortuna. Parece ser que no contento con el acto reseñado, el párroco salió de casa e increpó al feligrés con palabras mal sonantes.
El cura párroco es denunciado por su feligrés y el lunes, día 9 de julio de 1888, da comienzo en la Sala de la Audiencia de Mondoñedo (dependencias del antiguo convento de Alcántara) la vista en juicio oral y público de la causa que se sigue contra D. Tomás Rico Fernández, cura párroco de Santa María Mayor, por disparo de arma de fuego contra la persona de su feligrés D. Tomás Díaz Carbajales (2). D. Tomás Rico negó en todo momento, que anteriormente fuera procesado por el hurto de cinco yeguas y que tampoco era cierto que disparara un tiro a su feligrés. Desconocemos el veredicto de las autoridades judiciales por la denuncia formulada por su feligrés.
D. Tomás había nacido el 22 de marzo de 1832 en el barrio del Pasatiempo de la antigua Rilleira de Ambroz, actual parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Mondoñedo. Era hijo legítimo de Domingo Rico Barrera, vecino de la Faxina y de Juana Fernández Gómez, vecina del Couto de Otero. Fueron sus padrinos los abuelos maternos.
El párroco de Santa María Mayor, D. Tomás Rico, falleció el 4 de febrero de 1912 en su domicilio del Pasatiempo, a los 80 años de edad (3).
(1)- ?El Regional?, núm. 1008, de fecha 5 de junio de 1887.
(2)- ?El Regional?, diario de Lugo, núm. 1393, de fecha 10/7/1888.
(3)- Archivo Diocesano de Mondoñedo, parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Mondoñedo, libro 1 de defunciones, pág. 88.
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