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LAS VIVIENDAS DE A FRAGA VELLA Y ALGUNOS DE SUS HABITANTES (II) |
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A la orilla del corto y poco caudaloso, principalmente en verano, Rego do Curro do Bispo, que desciende lentamente por la ladera del monte y que discurre muy cerca de las viviendas señaladas anteriormente, fue construido con cachotes de cantería un pequeño molino harinero. Actualmente, se puede asegurar que este molino harinero ha dejado de existir, al desaparecer prácticamente su edificación, piedras de moler y ocupar densa vegetación su lugar. Según el catastro del Marqués de Ensenada en el año 1752 era propiedad de Antonio de Candia y consortes y solía moler cuatro meses en invierno y regulaba treinta reales de vellón al año. La escasez de caudal de agua en las otras estaciones del año era el motivo de moler tan poco tiempo.
La primera noticia que conocemos a través de los libros parroquiales de la existencia de moradores en las viviendas del territorio de A Fraga Vella data de mediados del siglo XVII. El 7 de septiembre de 1696 falleció María Fernández Paredeiro, mujer de Juan de Cartas, moradores en A Fraga Vella que recibió cristiana sepultura en el cementerio parroquial de San Martiño de Figueiras.(3)
El 3 de mayo de 1700 fue enterrada en el cementerio parroquial de San Martín de Figueiras, María Fernández, soltera, nieta de Juan de Cartas, vecinos de San Juan de Romariz (Abadín), moradores en el lugar de A Fraga Vella. Su abuelo ofrendó en el momento de su fallecimiento tres panes, una pierna de carnero y un pichel de vino. Según el Catastro del Marqués de Ensenada, Antonio de Candia, Domingo da Barreira y Luís da Barreira, además de su labranza, tenían a su cargo el cuidado de guardar los ganados que pastaban en los montes del término y por éste oficio se les regulaba a cada uno de utilidad trescientos reales de vellón al año.
Antonio de Candia se hallaba casado con Eulalia Fernández González y residían en el lugar de A Fraga Vella.(3) Eulalia falleció el 2 de marzo de 1744 y recibió sepultura en el cementerio parroquial de San Martín de Figueiras. En el momento de su fallecimiento ofrendó tres cestos de pan, un carnero, un carnero vivo y doce cuartillos de vino. Antonio falleció en el lugar de ?O Leboreiro? de la parroquia de San Mamed de las Oiras el 23 de marzo de 1771. De su matrimonio le quedaba solamente un hijo, llamado Francisco, que era vecino de San Esteban de Oirán.(5) El 4 de mayo de 1738 había fallecido su hija María Fernández de Candia, ya viuda de Domingo López. Hipotecó ?lo que le toca en el lugar de A Fraga Vella? en la fundación de unas misas en la iglesia parroquial de San Martiño de Figueiras.
El 6 de febrero de 1776 recibió sepultura en San Juan de Romariz, Luís da Barreira, morador en el lugar de A Fraga Vella. Manda que el día de su entierro se dijeran siete misas, incluso la cantada, con su vigilia y responso. Ofrenda dos cestos con pan y carne, un carnero vivo y ocho cuartillos de vino y para gasto de casa dos hogazas de pan, tres ollas de vino y un jato de dos años. Deja dos hijas casadas y dos solteras.
Los libros de anotaciones parroquiales de San Juan de Romariz (Abadín), a la que pertenecen territorialmente las antiguas viviendas, comienzan en el tercer decenio del siglo XVIII, por ese motivo no podemos facilitar datos más antiguos de los primeros moradores que existieron en A Fraga Vella.
(3)- Archivo Diocesano de Mondoñedo, parroquia de San Martín de Figueiras, libro 1 de defunciones (1678-1803), folio 8.
(4)- Archivo Diocesano de Mondoñedo, parroquia de San Martín de Figueiras, libro 1 de defunciones, folio 42 vuelto.
(5)- Archivo Diocesano de Mondoñedo, parroquia de San Mamed de las Oiras, libro 1 de defunciones, folio 42 vuelto.
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LAS VIVIENDAS DE A FRAGA VELLA Y ALGUNOS DE SUS HABITANTES (I) |
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El territorio conocido como ?A Fraga Vella?, se halla situado al Oeste de la población de Mondoñedo, a la distancia de unos catorce kilómetros y con una altitud sobre el nivel del mar de unos 600 metros. Comprende este bonito paraje una extensión de 697 hectáreas, de las que 397 pertenecen al territorio del Ayuntamiento de Abadín (parroquias de Labrada y Romariz) y las otras 300 al municipio de Mondoñedo. Linda este territorio, al Norte con el lugar das Vigas y con el de Os Agros (Labrada) y parroquia de S. Martín de Figueiras. Al Sur, con el barrio de Estelo, monte da Toxiza de Estelo y Coto da Cal de Labrada. Por el Este con montes de A Toxiza y Braña de Estelo y por el Rego da Fraga Vella, con la parroquia de Figueiras. Por el Oeste Tremoal de Labrada.
En el año 1257, el Monasterio de San Salvador de Lorenzana había otorgado fuero de población a un grupo de diez campesinos para poblar Gontán y Romariz.(1)
Las viviendas que se levantaron en su momento en el precioso paraje de ?A Fraga Vella?, se hallaban situadas en territorio de la parroquia de San Juan de Romariz (Abadín), a la orilla de un poco caudaloso curso de agua, conocido como rego do Curro do Bispo, muy bien resguardadas de los vientos por unos viejos laureles y unos grandes castaños; eran como otras cualquiera del medio rural. Posteriormente fueron levantadas otras edificaciones y unas grandes naves para usar como establos y para guardar los alimentos para el numeroso ganado, que acostumbra pastar libremente por las extensas parcelas de terreno.
En el año 1752, una de estas edificaciones era propiedad de Antonio de Candia, era de planta terrena, tenía de frente diez varas, de fondo seis y lindaba por la izquierda con otra de Cayetano Anello, vecino de San Simón de la Cuesta. Tenía su propietario, en las inmediaciones de la edificación, las siguientes parcelas de terreno: un cuarto ferrado de hortaliza, seis ferrados de cortiña, dos ferrados de sembradura, de tercera calidad, otros dos ferrados de sembradura, también de tercera calidad, dos ferrados de prado. También era propietario de las siguientes cabezas de ganado: diez vacas, cinco terneros de este año, una cerda de cría, cuatro cerdos de este año, ocho ovejas, dos corderos de este año, dos corderos y tres caballerías.
La otra edificación de A Fraga Vella, como ya hemos dicho, era propiedad de Cayetano Anello, vecino de la parroquia de San Simón de la Cuesta. Las dimensiones de su vivienda eran diez varas de frente y seis de fondo. Junto a la edificación poseía las siguientes parcelas de terreno: medio ferrado de hortaliza, seis ferrados de cortiña, dos ferrados de sembradura de tercera calidad, cuatro ferrados de monte cerrado de primera calidad, un ferrado de sembradura de tercera, dos ferrados de monte cerrado de primera calidad, dos ferrados de sembradura de tercera y un ferrado de prado de primera calidad.(2)
Hace unos veinticinco años, la última vivienda que se hallaba en pié, fue ocupada, ampliada y mejorada considerablemente por un japonés que se dedicó a la cría de ganados y cultivo de setas. Desde hace unos años se encuentra totalmente abandonada y sus ventanas y puerta de entrada fue necesario tapiarlas ante los numerosos actos vandálicos que realizaban personas desconocidas.
(1)- Pegerto Saavedra. Economía, política y sociedad en Galicia: La Provincia de Mondoñedo, 1480-1830, página 24.
2)- Archivo Histórico provincial de Lugo, Real de Legos de San Juan de Romariz.
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