
En el lugar de Sanguiñedo del barrio de Barbeitas, de la parroquia de Santiago de Mondoñedo, en las inmediaciones de la vivienda de la familia Cora y a la orilla del camino de carro por el que se desciende a la ciudad, se encontraba colocado una esbelta cruz de granito, de unos dos metros cincuenta centímetros de altura. Cruz erigida por devoción de la familia y bendecido por el presbítero D. Vicente Cora González (1853/1931).
Cuando una máquina estaba moviendo tierras para ampliar un camino, sorprendentemente le da un fuerte golpe a la cruz, que se rompe en diversos pedazos y caen esparramados por el suelo. Nos resultó extraño que su propietario (José Antonio Cora) nunca tuviera intención de repararla.
Hace unos años, sus fragmentos fueron trasladados a otro lugar con intención de ser reparada por personas ajenas a la familia, pero la denuncia anónima de un vecino a la Policía Autonómica, hizo que se tuviera que reintegrar al lugar donde había estado colocada. Lugar donde se encuentra depositado en la actualidad, cubierta de maleza y corriendo el riesgo de que se pierda para siempre.
Ante esta esbelta cruz se detenían las conducciones de los cadáveres de los habitantes de la antigua Rilleira de Trigás que descendían hacía la parroquial de Santiago y el sacerdote rezaba un responso.
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Cierto día y de casualidad, encontramos digitalizado el siguiente documento. Coruña, 25 de febrero de 1837. Capitanía General de Galicia. De los partes recibidos, el comandante general de la provincia de Lugo, con fecha del 20 del corriente dice: “La columna mandada por el capitán de Voluntarios de Galicia, D. Francisco Zapico, dio alcance en Romariz (Abadín) al ladrón y asesino Geada, que acababa de asaltar el correo de Mondoñedo, llevándose parte de la correspondencia, y que de los seis bandoleros que componían aquella gavilla, solo uno pudo salvarse, pues quedaron tres muertos en el campo y fueron aprendidos y pasados por las armas en Mondoñedo, el cabecilla y otro, habiéndoles cogido 5 armas, igual número de caballos y 310 cartas del correo indicado” (1).
En mayo de 1837 encontramos otra acción de guerra en la que participó el capitán Zapico y dice: “El capitán Zapico de Voluntarios de Galicia aprendió el día 20 de mayo de 1837 a cuatro ladrones con algunas armas de fuego y se le presentó alegándose al indulto el de la gavilla de Pardo, José Prado, con caballo, una tercerola y pistola” (2). Por estas fechas encontramos citado a otro militar relacionado con Mondoñedo, siendo destacado por su valor y arrojo: “destine del 15 de Línea una guerrilla de 20 hombres bajo las órdenes del subteniente D. José Gambarari, siguiendo a éste una reserva de 50 infantes”. “sería seguramente faltar a justicia si pasase en olvido las proezas extraordinarias de todos en general, particularizando el valor extraordinario del subteniente Gamberari”. A D. José Gamberari ya le hemos hecho una pequeña reseña en el blog.
Estamos en plena I Guerra Carlista. Los pasados por las armas en Mondoñedo se llamaban Bernardo Antonio Geada, vecino de la parroquia de S. Lorenzo de Árbol (Villalba) y Domingo Lorenzo, vecino de la parroquia de Santa Cristina (Cospeito).
La primera noticia que conocemos como militar profesional de D. Francisco Zapico data de 1810. Con el empleo de subteniente participó en una acción de guerra en territorio asturiano. En 1846 se le concede el retiro al capitán D. Francisco Zapico (3).
En 1856, D. Francisco Zapico residía en la calle de Las Angustias de Mondoñedo (actual de Alfonso VII) y se encontraba en situación de retirado. D. Francisco es el abuelo materno de D. Oswaldo Codina Zapico, médico militar, héroe de la Guerra de Cuba e Hijo Predilecto de Mondoñedo.
También conocemos la residencia en Mondoñedo otros militares retirados en 1856: D. Ramón Murias, D. Ramón Pardo, D. José Rodríguez Kampeling o D. Juan Antonio Marzo. En 1860, D. Francisco ostentaba la categoría de comandante retirado.
D. Francisco Zapico era natural de la pequeña parroquia de S. Vicente de Serrapio, concejo de Aller (Oviedo) y estaba casado con Dª Rosa María Puga de Riotorto.
(1)- “Gaceta de Madrid”, Núm. 821, del 5 de marzo de 1837, pág.3.
(2)- Boletín Oficial de la provincia de Lugo, núm.44, del 31 de mayo de 1837, pág.4.
(3)- “El Español”, Núm. 645, del 5 de agosto de 1846, pág. 1.
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