
-Desde hace unos años a esta parte sufrimos continuamente las consecuencias del alarmante abandono de unas fincas ubicadas en las inmediaciones de nuestras viviendas y lindantes con el trazado de las calles Álvaro Cunqueiro y San Roque. Parece que la vegetación nos va a devorar.
-El día 27 de octubre del 2022, con el número de registro 3719, presentamos en las oficinas municipales un escrito firmado por varios vecinos y adjuntábamos unas fotografías de lo que nos quejamos ante las autoridades municipales. El 30 de enero de 2023 y con número de registro 246, lo volvimos hacer. En ambos les informábamos de qué si no se tomaban las medidas oportunas en un futuro no muy lejano, le daríamos publicidad en Internet, en la prensa escrita, radio, facebook u otro medio a nuestro alcance. ¡La paciencia tiene límite!
-En algunas etapas del año para ir a depositar las bolsas de basura al contenedor verde nos vemos obligados a sortear las zarzas que descienden desde las fincas hacia la calle o a bajarnos de la acera para no arañarnos nuestras cabezas o recibir enganchones en nuestras ropas. A la vivienda señalada con el número 44, ya le tapa la exuberante vegetación una ventana para dar luz y ventilación y a la señalada con el 46, le tapa la ventana de la cocina, le cubre de verdín la pared lateral y las zarzas y hiedras caminan a su ancho por su tejado. Con toda esta maraña de vegetación, los canalones de desagüe de las viviendas están atascados y las consecuencias se aprecian a simple vista, desde la calle.
-En ciertas etapas del año caen al trazado de la calle roedores y reptiles. Uno de los vecinos más próximos, no hace mucho tiempo que vio varias comadrejas corretear por la acera e incluso alguna rata de considerable tamaño.
-Esos terrenos, que hace unos años eran de buenos cultivos, se van poblando de altos castaños, laureles, álamos, sauces, robles, nogales, abedules, altas tuyas, guindas, etc, por el total abandono de sus propietarios. Toda esta exuberante vegetación, sombrea las edificaciones y el piso de las calles. En la estación del otoño llena de hojas y erizos el pavimento de las calles, los portales y garajes de los vecinos y tupe los canalones de nuestras viviendas. Nos hacemos unas preguntas: ¿Si por desgracia ocurre un incendio, nuestras viviendas corren un serio peligro? Si cae uno de estos árboles sobre un vehículo, sobre los tejados de las viviendas colindantes o causa la muerte a un peatón ¿Quién es el responsable del daño? ¿Cómo las autoridades municipales no piden responsabilidades a sus propietarios? ¡Cómo hace el alcalde de Ribadeo, si no lo limpia el propietario en el tiempo señalado, lo limpio yo y le paso la factura correspondiente!
-En época de lluvias, las aguas pluviales descienden desde el inicio del trazado de la calle San Roque y por el de Álvaro Cunqueiro hacia la vivienda señalada con el número 45 de esta última y al encontrarse ciegos los sumideros por las numerosas hojas caídas y arrastradas, se forma una gran balsa de agua, que si supera el bordillo de la acera produce una inundación en la sala, cocina y cuadras de la misma. En varias ocasiones, ante tal cantidad de agua acumulada en el lugar, nos vimos obligados a calzar botas de goma y con una palanca levantar la tapa del sumidero.
-Es triste que cuando muchas personas que nos visitan durante el año al ver tal inmensidad de vegetación y tan próxima a los trazados de las calles, las peligrosas ruinas de otras edificaciones y el abandono de las aceras, al llegar a la vivienda de nuestro vecino Edelmiro Expósito (molinero) se den la vuelta.
-Les recordamos que el trazado de las calles Álvaro Cunqueiro y San Roque, pertenecen al camino alternativo a Santiago de Compostela, son de un casco histórico artístico, de una ciudad monumental, de un pueblo bonito de España y que el sendero que discurre desde el costado del Santo Cristo y parte trasera de la edificación señalada con el número 42, hacía la calle Pardiñas y barrio de San Cayetano, es público.
A mediados de los años sesenta y siendo alcalde de Mondoñedo D. Francisco Mayán Fernández, recordamos que obligó a los propietarios talar toda la masa arbórea que sombreaba las edificaciones y llenaba de hojas el trazado de las calles y canalones. Los barrenderos municipales, Guillermo Cendán y Suso Sordo no daban abasto en la estación del otoño. Realizó la mencionada tala el industrial Humberto Barreira.
-Es hora de que las autoridades a que competa tomen las medidas adecuadas para mejorar nuestra situación y las de nuestras viviendas. Nos sentimos penalizados por residir en el trazado de las citadas calles del casco urbano de Mondoñedo.
-Observamos que el 27 de febrero de 2023, nuestras quejas cayeron en saco roto, por lo tanto, decidimos hacer público el abandono que padecemos desde hace tanto tiempo en los medios anteriormente citados.
Andrés García Doural
|