
En Mondoñedo y en sus alrededores se hacían desde tiempo inmemorial medas (hacinas) de pié y medas de palenque con los llamados “mollos” de tallos de trigo granado. Las de pié son las que se realizan en las airas mientras no se trilla y las de palenque son las que se guardan en las airas varios meses o incluso años. En las parroquias del territorio mindonienses eran muy abundantes.
Las medas se formaban desde cuatrocientos pares, que cargaban cuatro carros, hasta veinte cientos. Cada cien pares, si el trigo estaba bien granado, daba tres fanegas y media de grano. De manera que una meda de cuatrocientos pares daba catorce fanegas y media de grano y una de veinte cientos, setenta fanegas.
Las medas que se colocaban sobre palenques, que por lo general eran de forma cuadrada, estaban formadas por dos gruesos troncos de roble, llamados “cadras”, encima de los cuales se ponían otros troncos más delgados llamados “sobrecadras”, también de madera de roble y encima de todos ellos se colocaban ramas, follaje o paja para que por la parte inferior no pudieran penetras las aves.
Tenían los palenques por lo general cuatro piés de apoyo, aunque podían aparecer alguno de cinco, seis u ocho, cuando eran medas de un tamaño considerable. Los pies solían tener una altura de una vara de alto (84 cm) y eran de madera o de cantería. Los de madera se colocaban encima de lastras de piedra y los de cantería se clavaban en el terreno. Encima de los piés se colocaban unas piedras pizarras redondas, llamadas “platos”, para que no pudieran ascender a la meda los roedores y encima de los “platos”, se colocaban unos pedazos de madera, cuadrados o redondos, llamados “mulidas”.
Según D. Eduardo Lence Santar a finales del siglo XIX tenían fama de buenos “medadores” en los alrededores de Mondoñedo: Ángel “do Carozo” de Labrada; Manuel “do Carabullo” de Romariz; “Caxigueiro”, de Santa Cruz, en Quende; Rosendo “da Rigueira” y “O Cervelo” de Lagoa; Cándido Iglesias y Leopoldo Pedreira de Bretoña y Ramón de “Perico” de la Rigueira de Estua.
En Mondoñedo se hicieron durante muchos años medas de palenque en el barrio de Lousada (Sasdónigas), San Vicente de Trigás, San Martiño de Figueiras, en Estelo y Tronceda (P. de Los Remedios). En este último lugar, fue donde recabamos alguna información de las medas de palenque, porque aún conservan algún vestigio de las mismas. A los más jóvenes del lugar les resulta materia totalmente desconocido.
El cultivo del trigo en los alrededores de Mondoñedo disminuyó de manera espectacular al despoblarse el medio rural, con la escasez de aranceles al que importamos y con la llegada de grandes máquinas trilladoras, que realizan todas estas tareas en poco tiempo, fueron las causas principales de que desaparecieran esta costumbre tan arraigada durante siglos entre la población de Mondoñedo.
La imagen de los pies de una antigua meda de palenque que figuran en la imagen fue captada en el barrio de Tronceda, en una propiedad de Matilde Fernández Casabella. Estas cosas ya están prácticamente olvidadas y desgraciadamente forman parte de la historia de nuestro Mondoñedo.
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