
La presa del molino harinero conocido como de la “Ponte Pousada”, el cauce del río Valiñadares que forma una bonita cascada en el lugar conocido como “Entrerrios”, los numerosos árboles frutales, las esbeltas plantas de bambú, la fuente que mana agua por sus dos caños y el canal de salida, forman una de las más bonitas estampas de las inmediaciones de Mondoñedo.
En un documento del año 1949 se describe con precisión este molino harinero. En 1949, D. José Ramón Muiño Fernández (padre de Amandino), mayor de edad, casado y vecino de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen del municipio de Mondoñedo, a imitación de sus antecesores en el dominio y la posesión de unos molinos harineros de dos ruedas, sitos en el lugar de Ponte Pousada, de la citada parroquia del Carmen y entre todos ellos, desde hace más de treinta años y aún desde tiempo inmemorial, vienen aprovechando, para fuerza motriz de dichos molinos, quieta, pacífica y públicamente, y de modo continuo, o sea de día y de noche, setecientos cincuenta y nueve litros de agua por segundo, derivadas del río Valiñadares, por medio de una presa de unos 22 metros de longitud, construida de tierra y piedras en el punto denominado Entrerrios, de la expresada parroquia y conducidas por un canal de unos cuarenta y cuatro metros de recorrido y un ancho medio de tres metros y quince centímetros, hasta el edificio donde se hallan los repetidos molinos harineros, con un salto de un metro y veintiséis centímetros, después de lo que vierten en el correspondiente canal de desagüe (1).
Este molino harinero, que no muele desde hace mucho tiempo, la vivienda que se encuentra deshabitada y la parcela de terreno situada entre los dos ríos, sin cultivar, fueron adquiridos por la corporación mindoniense.
(1)- Boletín Oficial de la Provincia de Lugo, 22 de febrero de 1949, pág. 4.
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