
Se llamaba Ramón Antonio Valoría Fernández. Nació al amanecer del 22 de marzo de 1875, en el lugar de O Caxigo, de la parroquia de Santiago de Lindín, del ayuntamiento de Mondoñedo. Era hijo de Andrés Valoría Fernández, natural del Pasatiempo (Mondoñedo) y de Josefa Fernández Fernández, natural de la parroquia de Santiago de Lindín (1).
Ramón ingresa en filas y es destinado al Regimiento de Infantería, Burgos, núm. 36, apodado “El Sol” (2). Formando parte de su primer Batallón, marcha en un tren militar desde León a La Coruña. El 25 de agosto de 1895 embarcan en el puerto coruñés la plana mayor y cuatro compañías del citado batallón a bordo del crucero Alfonso XII, en dirección a Cuba. El día 26 embarcaron las otras dos compañías restantes a bordo del Alfonso XIII. En la isla caribeña asciende al empleo de cabo.
Los insurrectos atacaban los convoyes de víveres y municiones que suministraban a las tropas españolas, cortaban el telégrafo o volaban tramos de vías férreas. Las dificultades que suponía la densa vegetación tropical para perseguir al enemigo, no sólo por la facilidad que éste tenía para esconderse, sino también por lo penoso que hacían las marchas, las lluvias, pantanos cenagosos, alternando con fuertes calores. Luego aparece una larga lista de animales, más o menos dañinos, como moscas, mosquitos o arañas.
El territorio de la isla se había dividido en dos partes por una línea que se llamaba trocha, en la que se había talado toda clase de vegetación.
Los soldados estaban destacados en fuertes o campamentos; cada uno de ellos, tenía una dotación de unos veinte hombres y estaba situado a un kilómetro del inmediato, construidos todos ellos de sólida mampostería y provistos de un proyector luminoso. Entre cada seis fuertes había un campamento fortificado con una guarnición de unos 120 hombres.
El cabo mindoniense falleció de vómito negro el 24 de agosto de 1897 en Cumanayagua, Puerto Príncipe (Cuba) (3). La fiebre amarilla y el vómito negro masacraron a las tropas españolas que multiplicaron por cinco las bajas causadas por las balas, los cañonazos o los machetes.
La Reina Regente del Reino tuvo a bien conceder la pensión anual de 182´50 pesetas a Andrés Valoría Fernández, padre de Ramón Valoría. Dicha pensión debía ser satisfecha por la Delegación de Hacienda de Lugo (4).
En 1902, Ramón Valoría figura en una relación de clases e individuos de tropa naturales de la provincia de Lugo y pertenecientes al primer Batallón del Regimiento de Infantería de Burgos. Núm. 36 que tenían derecho a reclamar los haberes de ellos o sus herederos.
En 1906, su padre residía en compañía de su hijo Pedro, en el barrio de O Caxigo de la parroquia de Santiago de Lindín, en estado de viudedad.
Otro mindoniense que ha quedado en esas lejanas tierras para siempre.
(1)-AHDMF, Parroquia de Santiago de Lindín, libro 3 de bautizados (1852/1897), folio 84.V.
(2)-El Regimiento de Infantería Burgos, núm. 36 tuvo su origen en 1694. A la Campaña de Cuba (1895/1898) envió expedicionario a su primer Batallón, el que participó en numerosas acciones en la 1ª División (Santa Clara) al mando del General Aldave.
(3)- Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, jueves 11 de agosto de 1898, pág. 762.
(4)- Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, sábado 4 de marzo de 1899, pág. 992.
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