
¡Qué curioso!. En este mes de octubre hace 67 años de otro incidente entre los vecinos del barrio de Los Molinos de Arriba y los habitantes de las últimas edificaciones de la calle San Roque de Mondoñedo con los propietarios de varias fincas con árboles madereros. En aquella, ya lejana fecha, ante la queja de los vecinos y las recomendaciones de las autoridades municipales, aprovechando la llegada de la noche, unos intrépidos vecinos logran cortar en varios pedazos y hacer desaparecer un altísimo eucalipto situado en la parte trasera de la que fue vivienda del recordado “Pancho de Martiñó”, usando “trepadores” y un “tronzón”.
Desde hace mucho tiempo los vecinos del citado barrio y los de las viviendas de la calle San Roque se vienen quejando ante las autoridades municipales y algunos organismos del riesgo que corren las edificaciones, vehículos que transitan por las inmediaciones o peatones de unos elevados eucaliptos y castaños allí existentes. Cuando hace viento y llega la estación del otoño, las parcelas de terreno más próximas, el trazado de la calle y canalones de las viviendas se llenan de hojas o de pequeñas ramas de los árboles, causando atasco y riesgo para la circulación. Además, con sus voluminosas copas sombrean las edificaciones y la vegetación que crece a su pié, es un hábitat propicio para algunos reptiles y roedores.
No se respetan las normas de plantación de árboles madereros, las autoridades no exigen cumplirlas y unos tozudos propietarios no hacen caso de las diversas quejas vecinales, viéndose estos obligados a formular incluso denuncias en los juzgados.
Muchos visitantes al llegar a la confluencia de las calles Álvaro Cunqueiro con la de San Roque y al encontrarse con viviendas en estado ruinoso y la espesa vegetación que jalona el trazado de las citadas calles, dan la vuelta hacia la Fuente Vieja, creyendo que abandonan el casco urbano de Mondoñedo.
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