
En el mes de junio de 1968 Dª Consuelo Méndez López, viuda, propietaria de una funeraria situada en la planta baja de una vivienda de la antigua Avenida de Calvo Sotelo (actual de San Lucas) de Mondoñedo, solicita autorización al Ayuntamiento para hacer uso de un coche fúnebre que tenía proyectado comprar y expone: ?que como las actuales circunstancias le hacen necesario para el mejor servicio de la misma la adquisición de un coche funerario, que se dedicará única y exclusivamente al servicio fúnebre?.
La Corporación mindoniense concede por unanimidad la autorización solicitada por Dª Consuelo, por el interés público que supone tal servicio y por lo dispuesto en el artículo 17 del Reglamento de Servicios y Decretos del Ministerio de la Gobernación de 25 de enero de 1941. En el mes de octubre del año 1969, Dª Consuelo Méndez se dirige de nuevo por escrito al Ayuntamiento, exponiendo: ?que hallándose mal de salud, se adopte un nuevo acuerdo, a fin de que dicho servicio lo pueda prestar su hija Olga Cabanas Méndez?. La Corporación mindoniense, también acede a lo solicitado.
El primer coche fúnebre que adquirió la funeraria Cabanas de Mondoñedo para trasportar los difuntos hasta las iglesias parroquiales fue un ?Ford Falcón? automático. Este vehículo fue conducido en sus inicios por Ramón Sordo Geada, que ejercía el cargo de empleado municipal y posteriormente por su propietaria Olga Cabanas. En alguna ocasión, éste vehículo fúnebre fue conducido por un jovencísimo Aquiles Sordo Muiño.
Por estas fechas existían otros servicios funerarios en Mondoñedo, que gozaban también de merecida fama. Uno era propiedad del matrimonio formado por D. Ricardo Otero Montouto ?O Pinto? y su esposa D ª Lucrecia Loureiro, que lo tenían ubicado en la planta baja de su vivienda de la calle Peña de Francia. También sabemos de la existencia de otro, propiedad de Dª Evarista Méndez García ?A Calixa?, vecina de la calle Rigueira número 2, que lo había tenido en una dependencia de la planta inferior de su vivienda, pero que dejó de funcionar hacía unos cuantos años.
En estos difíciles años el servicio de pompas fúnebres de Mondoñedo era más artesanal que industrial. Los propietarios de las funerarias se encargaban de comprar la madera de pino en los aserraderos de la población, de forrar con telas la madera del ataúd, de colocarle diversos abalorios e incluso de barnizarlas a mano. Los vehículos fúnebres y los ataúdes han avanzado con los tiempos e incluso las dos funerarias existentes en Mondoñedo se han asociado para realizar un mejor servicio.
Poco a poco se van perdiendo aquellos largos y fatigosos traslados de difuntos a hombros: como los de Tronceda o Estelo hasta la iglesia parroquial de Los Remedios. Los que tenían que realizar los vecinos por un enlamado y empinado camino desde Figueiras hasta la parroquial de San Martiño o los que se realizaban desde As Invernegas y Xastoso, por sinuosos caminos hasta la parroquial de Santiago de Mondoñedo.
-Cuatro tablas-
Lujosa ó pobre, ligera ó grave
Desde que naces hasta que mueres
De cuatro tablas consta la nave
Donde te embarcas sin inquietud:
Una es el timbre de tus honores
Otra es la mesa de tus placeres
Otra es el lecho de tus amores
Y otra la tapa de tu ataúd.
-Federico Balarí-
Desde hace unos años existen en Mondoñedo dos excelentes funerarias, que realizan con esmero sus servicios, dotadas de unos buenos vehículos, de surtidas floristerías, capilla y de unas excelentes instalaciones: Funeraria Morán y Funeraria S.E.F.A.
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