 La calle S. Roque de Mondoñedo se encuentra situada al Este de la población, entre las de Álvaro Cunqueiro y el Barrio de Los Molinos. Debe su nombre a la existencia de una capilla dedicada a la advocación del Santo de las epidemias. Desde los años veinte del siglo pasado todo su trazado se halla pavimentado con gruesos adoquines y sus aceras cubiertas con gruesos listones de cantería. A comienzos de los años setenta se volvió a reparar su pavimento, se realizaron nuevas canalizaciones de aguas pluviales y fecales, se cambiaron las acometidas de agua a las viviendas e incluso se colocaron unas bocas de riego.
En marzo de 1781, el estado del trazado de esta calle de Mondoñedo era el siguiente: Desde las casas y camino que sube a los ?Campos Travesos? (actualmente ?Calexón dos Carrizos?), bajando toda aquella calle hasta la ermita de S. Roque, siguiendo toda ella en derechura hasta batir en el puente o pontigo de piedra y aguas de la presa que pasa a los molinos de D. Juan Villapol (hoy conocido como de Arcediano) y que desde dicho pontigo sigue la calle por frente de las casas a incorporarse en el Barrio de Los Molinos, por ambos lados se halla en estado ruinoso, desecha y de mala fabricación, con varios atolladeros y pozos y por lo tanto intransitable.
Es muy peligrosa, no sólo para caballerías sino para los que transitan a pié. Toda ella necesita construirse de nuevo, hacer declives para la corriente de las aguas y salida para las de la lluvia y para las que bajan de los montes y ?Campos Travesos?, sacando unas y otras por los sitios antiguos para su desahogo en el río.
?Maestros inteligentes? en el arte recomiendan cortarse la punta de una peña, al frente y delante de la casa de Juan Ernau, que llaman de ?La Peña?. En este lugar sufren muchas personas golpes y caídas; lo mismo las caballerías. En este punto, opinaban que pueden suceder mayores desgracias (1).
Transcurridos más de doscientos treinta años de la redacción de ese documento, en las fachadas principales de tres edificaciones de la citada calle se pueden observar restos de unas grandes y duras rocas calizas.
(1)- Archivo Municipal de Mondoñedo, carpeta 0953, libro de actas 1781/1790, acta del 14 de marzo de 1781.
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