 ¡Casi doscientos años! como caseros en el lugar de ?As Invernegas? (Mondoñedo) de la familia Grandio. El origen de la familia que residió como ?caseiros? durante seis generaciones en el lugar de ?As Invernegas?, que todavía conserva el apellido Grandio y es más conocida entre todos nosotros por el mote de ?O Cuco das Invernegas?, es el siguiente: El 10 de febrero de 1766 se casaron en la parroquia de Santiago de Mondoñedo Rosendo Grandio y María Francisca Pérez. Rosendo era hijo legítimo de Juan Grandio y de Luisa Fernández, vecinos del lugar de Pumariño (Rilleira de Cesuras). María Francisca era hija legítima de Jerónimo Pérez y de Francisca Pérez, vecinos de Rego de Cas. Estos vecinos, al poco tiempo de su enlace matrimonial, pasan a residir como ?caseiros? en una de las dos viviendas existentes en el lugar de As Invernegas (P. Santiago de Mondoñedo).
Su hijo, Bartolomé Antonio Grandio Pérez nació a las cinco y media de la tarde del 4 de octubre de 1768 en el lugar de ?Os Cucos? de la antigua Rilleira de Cesuras. Fueron sus padrinos: Antonio Amieiro y su mujer Tomasa Rodríguez, vecinos del barrio de Pelourín. Bartolomé Grandio se casa el 20 de mayo de 1795 en la parroquia de Santiago de Mondoñedo con Isabel Fernández Vidal. Isabel era hija legítima de Francisco Vidal y de Francisca Fernández, difuntos.
Isabel Fernández, primera mujer de Bartolomé Grandio, falleció el 25 de mayo de 1804 en el lugar de As Invernegas. Le quedaban de su matrimonio los hijos siguientes: Juan, Antonio y Antonia, de corta edad. Juana Fernández, segunda esposa de Bartolomé Grandio falleció en estado de viudez en su domicilio de ?As Invernegas? el 26 de diciembre de 1844. Le quedó de su matrimonio un hijo llamado Antonio, que residía en su compañía.
Su hijo, Antonio Grandio Fernández nació el 22 de diciembre de 1810 en el lugar de ?As Invernegas?. Antonio se casó con Isabel Fernández, también natural de ?As Invernegas?. Antonio, falleció el 10 de febrero de 1873. Le quedaban de su matrimonio los hijos siguientes: Antonia, casada en A Valiña con José Torres; José, casado en su compañía con Ramona Varela Cobas; Juan, casado con Dominica Pérez en ?O Pedroso? y otra Antonia, casada en ?Vicos? (Abadín) con Vicente Paz.
Antonio efectúo su testamento el 9 de enero de 1873 ante el Notario de Mondoñedo D. Fernando Lago Pérez. En el pide ser amortajado con ropa blanca y sepultado en caja de madera pintada de negro, que a su función de entierro asistan diez señores sacerdotes, incluso el cura, dos niños de coro y el bajón, que se gasten en casa con los que conduzcan su cadáver, parientes y amigos dos fanegas de centeno cocido, treinta reales de carne y cuarenta de vino, todo esto si su capital se lo permite.
Su biznieto, José Grandio Fernández nació a las cinco de la tarde del 5 de julio de 1839 en el lugar de ?As Invernegas?. Fueron sus padrinos: José Mourelle, casado con Francisca Fernández, vecino de ?A Pradela? y la abuela materna. José Grandio Fernández se casó con Ramona Varela Cobas. En 1905 se hallaba ya viudo. Le quedaban de su matrimonio los hijos siguientes: Josefa (1875); Antonio (1877); José (1880); María (1883) y Josefa (1887).
Su tataranieto Antonio Grandio Varela (1877) se casó con Josefa García Maseda. De su matrimonio quedaron como hijos legítimos: Matilde Grandio García (1900); María (1904); Luisa (1912); Balbina, Antonia; Pilar; Enrique y José.
El último miembro de esta saga de ?caseiros? de la ?Casa do Cuco? de las invernegas fue Enrique Grandio García, casado con Adelina Varela García, natural de ?O Pacio?, que abandonaron el lugar a comienzos del año 1974 y fijaron su residencia en el lugar de ?A Valiña? de San Vicente.
Con el paso de los años, la vivienda y otras edificaciones menores, se van deteriorando a pasos agigantados, las tierras de cultivo y prados de regadío se van cubriendo de vegetación, los árboles frutales hechos prácticamente leña. Dentro de poco tiempo, podremos hablar de otro núcleo de población del entorno de Mondoñedo que ha desaparecido. Actualmente, son sus propietarios, los herederos de D. Antonio Alonso Doural.
De los hermanos Grandio García, solamente vive Pilar, que ya superó el siglo de existencia, en compañía de unos familiares en la calle Entrerruas de Mondoñedo, donde reside desde hace un tiempo.
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