
Los habitantes de las viviendas de la calle del Consistorio, Batitales Baja y de la parte frontal a la Plaza pública (actual de la Catedral), por medio de limosnas, consiguieron que se construyera a mediados del siglo XVIII, en lo más alto de la Plaza, una fuente con dos caños para su abastecimiento y un pilón para que pudieran abrevar las caballerías y si fuera necesario para sofocar posibles incendios, con su cañería de barro soterrada.
El agua para esta nueva fuente se conducía desde la taza de la Fuente Nueva, que se hallaba situada a poco más de cien varas de distancia, en la antigua Plaza de Carruajes (actual del Concello). De esta última fuente se surtían los vecinos y se lavaban allí ?paños y otras inmundicias?. En un principio, la intención de las autoridades municipales era la de trasladar agua limpia para alivio y conveniencia de los naturales, pero al realizarse las tareas anteriormente citadas en la Fuente Nueva, el agua llegaba inmunda y solamente se podía utilizar para abrevar las caballerías y para realizar otros menesteres de las viviendas. Los días de mercado semanales, que se realizaban en la Plaza, a los que concurrían muchas personas de Mondoñedo y de sus alrededores, no podían hacer uso de ella al no encontrarse en un estado óptimo.
En el año 1768, según algunos documentos, la fuente se hallaba ?bastante arruinada y colocada en sitio incomodo?
En el mes de marzo de 1773, los cimientos de la vivienda en que residía el canónigo D. José Cisneros, padecen daños muy importantes a consecuencia del agua que se filtraba de la conducción que desde la Fuente Nueva llega a la existente en la cabecera de la Plaza. Informadas las autoridades municipales del suceso, pasan a reconocer la citada edificación, en la que observan que sus cimientos ya habían quedado con algún defecto, que dichos cimientos estaban mojados a consecuencia del agua sobrante que procedía de la Fuente Nueva y que eran dirigidas por encañado de mala construcción, descubiertas y superficialmente. Ocurría lo mismo con los cimientos de las casas más inmediatas.
Las autoridades deciden que se ciegue dicho encañado y se terraplene dicha conducción hasta salir de las puertas de la ciudad, para evitar futuros incidentes.(1)Desconocemos la fecha exacta de cuando desapareció definitivamente la fuente de la cabecera de la Plaza.
(1)- Archivo del Ayuntamiento de Mondoñedo, carpeta 0952, libro de actas 1771-1780.
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