 Todos los pueblos enriquecen su pequeña historia con una colección de tipos que se hicieron populares por alguna característica especial. La galería de estas figuras sencillas es amplia y variada.
Vivieron unos momentos difíciles y llenos de numerosas necesidades. Por lo general eran parlanchines, alguno pendenciero, otros agarrados con demasiada frecuencia a un vaso de vino peleón, en el que ahogaban sus penas, la gran mayoría se encontraba en estado de soltería; otros eran amantes de la juerga.
Los numerosos años transcurridos desde la desaparición de alguno de ellos, diluyeron sus nombres y apellidos, pero no sus peculiares motes y cantidad de anécdotas.
Si hablamos de Antonio Fernández Fernández, natural de Vivero, posiblemente ningún mindoniense sabremos de qué persona se trata. Pero si decimos ?Prín?, todos los que superamos ya los cuarenta años, lo recordamos desde muy niños e incluso comentamos con frecuencia anécdotas de su persona.
¿Qué podemos decir de ?Prín??. Que reside entre nosotros desde el año 1945 y que es una persona muy querida por los mindonienses. Lo recordamos por entrar en el establecimiento de Vicente Díaz a recoger algún cigarrillo suelto, lo mismo en el Bar Central y Bar de ?Porriño?. Por ser un fumador empedernido, etc.
Ya mayor, ?Prín? descendía desde las dependencias del Hospital de San Pablo, donde tenía su residencia, con una gran cartera atravesada a los hombros, a recoger a diario el periódico al quiosco. Después hacía su ronda de cafés, casi siempre por los mismos establecimientos, en los cuales era casi siempre invitado.
Otros vecinos, a los que él solía llamar ?amiguiños? y que lo conocían desde hacía mucho tiempo, lo agasajaban con alguna propina, que aunque fuera pequeña, el siempre agradecía y a continuación marchaba satisfecho hacia el centro asistencial en que residía. Desconocía el valor del dinero, por ese motivo prefería las popularmente llamadas ?rubias?. En alguna ocasión rechazó billetes o monedas de mayor valor.
El día 12 de julio de 2014, nos ha dejado para siempre nuestro vecino ?Prín?, toda una institución en Mondoñedo. Durante muchos años será recordado como un hombre bueno y sus anécdotas serán comentadas por generaciones venideras.
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