
2ª PARTE
Se da comienzo a la construcción de un expléndido campo de fútbol, que mide en su totalidad unos 12.000 metros cuadrados y su terreno de juego tendría 105x68 metros. Se cerraría toda la superficie con gruesos tablones de madera de pino y se colocarían unas bancadas, casetas para los jugadores, cantina y un mástil para la bandera del equipo. A finales del mes de agosto del año 1.925 se encontraba prácticamente rematado y es inaugurado el 13 de septiembre del mismo año con un partido amistoso entre el Mondoñedo F. C. y el Vivero, con motivo de las fiestas de Nuestra Señora de los Remedios.
A la inauguración asistió la banda militar del Regimiento Ferrol 65, que amenizó también las citadas fiestas. Antes del partido se procedió a su bendición por el párroco de Santiago Señor Agrelo; actuó como madrina la señorita Maruja Díaz Portas, como padrino el Alcalde D. Manuel Lage Castrillón y realiza el saque de honor la señorita de Vivero Florinda Amat.
La primera alineación del Mondoñedo que estrenó ?Lodeiros? estuvo formada por: Chombo en la puerta, Chano y Dositeo en la defensa, Otero, Churrín y Cayón en la media, Eduardo, Ansede, Bourio, Tato y Piscus en la delantera. El partido había despertado gran curiosidad por el estreno del nuevo terreno de juego y se aproximaron a presenciarlo aficionados de Ribadeo, Vivero, Foz, Ferreira y Lorenzana, disputándose una artística copa. Después de un reñido encuentro, el resultado final fue de empate a cero goles.
Formaba parte de la junta directiva del Mondoñedo F. C.: Presidente D. Arturo Cayón Fernández, médico; Vicepresidente D. Manuel Soto Veiga, médico; Secretario Wenceslao López Freire, ex ?jugador; Tesorero José Cigarrán Cotilla, abogado y banquero; Contador José María Rego González, banquero; Director de juego D. Joaquín Oses Pedrosa, capitán del ejército; Vocales Antonio González Rilo, Enrique Costas Sánchez, Rafael Martínez Gómez y Manuel Barral Castro.
Contaba el club con jugadores de gran valía: Neira, Otero, Piscus, Bernardo, Maañón, Rodríguez, Cayón, Eduardo, Victoriano y Mourelle.
Cuando mayor era la afición, las vallas comenzaron a sufrir desperfectos, se necesitaba cortar el césped con mucha frecuencia a causa de la elevada humedad de la zona, los gastos comenzaban a ser insoportables y el dinero escaseaba. Como remate, un fortísimo viento derriba la mayor parte del cierre, porterías y otras estructuras, cesando las competiciones en este terreno de juego. Las tablas de pino que cerraban el recinto son vendidas por la junta directiva en pública subasta para hacer frente a algunos gastos. Era el mes de abril del año 1.930.
D. José Trapero Pardo le dedica a este terreno de juego un pequeño poema que dice:
?El templo del deporte, se halla desierto,
y la hierba tapiza la hermosa cancha,
que asegurar podemos, porque es cierto,
que a la ciudad del Masma le venia ancha?.
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 1ª PARTE
Mondoñedo, al igual que el mayor número de localidades españolas, también sintió el impulso deportivo. La primera noticia que conocemos de la práctica del fútbol en nuestra ciudad data del año 1.913. El más popular de los deportes, adquirió rápidamente un gran número de adeptos.
Los primeros pasos fueron dados por un grupo de jóvenes entusiastas. Era el paseo público de la Alameda de los Remedios, el campo propicio para practicarlo. Más tarde la material imposibilidad de practicarlo, sin inquietar el natural esparcimiento de las personas, lleva al Alcalde de entonces a prohibir su práctica en tal paraje, concediéndoles a los jugadores la superficie del Campo de la Feria para ejercitarse.
Pronto vió la luz el primer club local, bajo el nombre de Mondoñedo F. C. Constituida esta sociedad, que de formal solamente tenía el cobro de una cuota que se avenían a pagar un reducido grupo de personas y cuyo fin era el de administrar los necesarios y escasos recursos para la adquisición de balones y hacer unas camisetas, poco a poco fueron incrementando la afición.
A mediados de los años veinte del pasado siglo el fútbol había absorbido toda iniciativa deportiva en Mondoñedo. Se seguía jugando en el Campo de la Feria, hoy llamado de los ?Paxariños?, con unas dimensiones reducidas, con una inclinación lateral muy pronunciada y rodeado en gran parte por unos grandes castaños. Cada vez se hacía mayor la necesidad de contar con un terreno de juego adecuado.
Unos buenos aficionados durante el verano del año 1.924, realizan una colecta entre la población para conseguir la cesión de unas parcelas de terreno para la construcción de tan ansiado campo. Desde un principio se pensó en una planicie existente entre el trayecto de la carretera N-634 y el cauce del río Pelourín, muy próxima al lugar de ?A Chanta?, conocida con el nombre de ?Lodeiros?; en la actualidad ocupan una gran parte de esta superficie las edificaciones de la empresa Aglomerados Ecar.
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