
Continúa na prensa chilena de 1944 a polémica entre Albrecht Goldschmidt e Ramón Suárez Picallo sobre a música e zarzuela...
21 de marzo de 1944
EN TONO DE POLÉMICA, SOBRE MÚSICA Y ZARZUELA ESPAÑOLAS
Por Ramón Suárez Picallo
El doctor Albrecht Goldschmidt, polemizando con nosotros sobre la zarzuela española, su origen, su evolución y su índole absolutamente autóctono, nos obsequia, en ?La Hora?, de ayer con una erudita lección de Filosofía alemana. ¡Que le haga buen provecho su enorme dominion de la lógica!. Nosotros nos quedamos, muy felices y tranquilos, con nuestra emoción por lo mágico, especialmente, cuando nos referimos al Arte y, muy en particular a la Música. El ?encontronazo? y la discrepancia, en cosas de tal volumen, no nos impiden admirar lo muchísimo que él sabe en materia científica y filosófica ?sobre Ciencia y Filosofía alemanas especialmente? y de cuyos resultados está llena la Humanidad, alzada en armas contra todas esas cosas. En efecto, nuestro sabio contrincante, sabe ?una barbaridad? más que nosotros en todo, menos en zarzuela española, de la que no tiene ni noticias.
Tanto sabe, que nos llama, ?preescolásticos?, ?kantianos?, ?idealistas? e ?idílicos?. ¡Y nosotros sin enterarnos de que éramos todo eso!
Otra cosa es cuando, en forma impropia de un ?sabio puro?, desciende a enjuiciar posiciones políticas, evoluciones y hasta filiaciones parlamentarias, referentes a la República Española. Por fortuna para ellos, quienes han actuado políticamente, con el admirable gesto ?mágico?, ?antimaterialista? y ?anticientífico?, del pueblo español, no tienen que darle ninguna cuenta al doctor Goldschmidt, de sus actuaciones. Decimos ?por fortuna?, porque, en tal género de cosas, por muy clara que fuese la cuenta, no la entendería el insigne lógico doctor Goldschmidt que habla de ?superestructuras? para explicar las ?emociones?, subjetivas de la ?Señá Rita? y del ?Julián? de ?La Verbena de la Paloma?, pongamos por caso.
Menos mal, que nuestro contrincante, entre los muchos ?encasillamientos? en que quiere meternos, ha prescindido de uno. El de ?spegleriano? de Spengler, filósofo eminente del nazismo alemán, que al igual del doctor Goldschmidt, no le da ninguna importancia al distingo entre civilización, instrucción y cultura. Sobre esto recordamos a un profesor nazi que, explicando ?Historia de la Cultura?, embobó a sus alumnos glosando la ?Decadencia de Occidente? y poniendo por las nubes a su autor, hijo legítimo de la filosofía alemana, y auténtico padre espiritual del nazismo alemán.
Mas, no vayamos al terreno de la Filosofía alemana, que de eso sabe mucho nuestro doctor ilustradísimo, sapientísimo y altamente lógico. Volvamos a lo que dijimos nosotros y a lo que dijo él sobre zarzuela y sobre la música española.
PRECISEMOS
Nosotros hemos confesado no ?entender? de música como problema técnico, agregando que la ?sentimos? en relación con nuestras aptitudes sensibles, como sentimiento individual y colectivo. Pero no hemos dicho que ignoramos formas y estilos. ¡Alto ahí, doctor! Sobre estilo nos atenemos a la frase de un escritor muy conocido que afirmó: ?El estilo es el hombre? Y siendo el estilo el hombre -y no las ?superestructuras?? tenemos que saber de estilos, en lo que a música española se refiere, mucho más que aquéllos, para juzgar a uno o a varios hombres que cantan para expresar penas, alegrías, miedos o remordimientos de conciencia, exaltaciones de fe o desengaños de amor, que no tienen que averiguar, cómo son las formas ?superestructurales?, de acuerdo con la dialéctica materialista.
Sabíamos también, que ?autarquía? es una palabra griega, adoptada por los regímenes totalitarios ?alemán, italiano y demás- para significar un furioso nacionalismo económico, precursor de otros nacionalismos agresivos militares y políticos, concatenados con ideas raciales; esa índole de ?nacionalismo? autárquico, de sentido moderno, nació en Alemania, cuando la Prusia acabó con las nacionalidades que estorbaban sus afanes de hegemonía...
Tampoco hemos hablado de ?adaptar? éste o aquel método de interpretación; sino que de ?adoptarlo?, según el tema que tratamos de examinar. ¿Que con ello destruimos una unidad material dialéctica? Tanto mejor. Nos revientan ?las unidades materiales?, a las que son tan adictos quienes piensan que el mundo sensible y el mundo espiritual, son una sola cosa, accesible a sus métodos y a sus afanes. Preferimos la armonía por la variedad, (para estar más dentro ?de lo musical y de lo polifónico?) partiendo de un principio; antes y después de todas las unidades está el hombre, sintiendo, pensando, viendo y obrando de acuerdo con su autonomía, su libertad y su albedrío.
Por último, decíamos que el doctor Goldschmidt no conoce el origen, el desarrollo, ni la inspiración de la zarzuela española. Él confirma nuestro aserto, al final de su erudita lección de filosofía y de ?interpretación de fenómenos? cuando asegura que tuvo que corregir errores después de ?haberse informado?. Pobre debió haber sido su información, cuando habla de la zarzuela chica. La grande, en su mayor y mejor florecimiento, es del siglo presente, ya bastante en sus adentros.
CUENTAS CLARAS
Tenemos muchos acreedores, pero entre ellos no conocíamos al doctor Goldschmidt, gracias a Dios; lo decimos, porque él es al que le debemos ?la prueba del aporte tan grande que España ha hecho a la cultura europea?. Reconocemos, honorablemente, todas nuestras deudas, menos ésta. Él afirmó que España ?CON TODO SU EVIDENTE ATRASO? es el país menos indicado para reclamar excepción de originalidad en el curso de la cultura europea, y quien afirma debe probar. Pruébenos, pues el ?EVIDENTE ATRASO DE ESPAÑA?, en Literatura, en Arquitectura, en Pintura, y en Inspiración, variedad y originalidad musical; en sentido humano de la vida y de la muerte; en aptitud para orar, blasfemar, cantar y luchar; en decoro para ser más digna cuanto más pobre y en vocación universalista para darse, andar y estar en el mundo. Pruébenos que España ?está atrasada? en esas cosas, bellas y sutiles, que son puntal y característica de una Cultura; porque no lo hace, hemos de creer que es el doctor Goldschmidt quien está en deuda.
Y, para facilitarle la tarea, y compensarle en algo, la nueva lista de autores alemanes, que él nos cita, nosotros sólo le diremos uno; Carolina Michaelis de Vasconcellos y su ?Historia de la Civilización Ibérica? (Ya ve que, a pesar del ?nacionalismo? que él nos atribuye, no le citamos nosotros autor español, a pesar de haber muchos, sino que a una mujer portuguesa). Allí podrá saber si en su música, en danza, en canto, en ritos religiosos anteriores a Roma y algunos ?incorporados? al catolicismo, o en pintura, en arquitectura, en escultura y en poesía, hay o no hay, en las Españas, inspiración y formas propias que, en mayor o menor grado, significaron mayor aporte a la cultura universal.
Y, para terminar, deje el doctor Goldschmidt, en paz nuestra poca o mucha cultura. Si es caótica, deshilvanada, sin método ni concentración, ella nos ha servido ?y nos sirve? para andar por el mundo, sin suscitar en torno de nuestra modesta persona, miedos ni odios. Porque siempre la hemos dedicado a exaltar lo bello y lo bueno, aunque fuese poco, en vez de hacer ?el trapero?, en los defectos y en las imperfecciones. ¿Qué es ésta postura anticientífica? Bueno, pues que la sea. De ciencias y de sabios dedicados a amargar al prójimo, está abrumado el mundo y empedrados todos los caminos del infierno.
(Artigo publicado no xornal La Hora, en Santiago de Chile, tal día como hoxe pero de...1944) |