
Los vínculos de Francisco Pérez Porto con Esmelle son muchos y muy solidos. Y abarcan desde el ámbito de los afectos personales y de los orígenes familiares hasta la pasión por lo legendario. En Esmelle, lugar de tantas reminiscencias cunqueirianas, se encuentra uno de los poquísimos monumentos al mago Merlín que hay en el mundo, obra del propio Pérez Porto. Que ha decidido, además, que Esmelle sea el lugar en el que se preserve su legado. El caso es que ayer los vecinos quisieron rendirle homenaje al artista. A un artista que ya consideran, en más de un sentido, suyo. Descubrieron una placa, visitaron junto al ceramista el monumento al mago y, sobre todo, anunciaron, oficialmente, que los lugares más emblemáticos de Esmelle contarán, todos ellos, con una pieza de Pérez Porto. Se trata de paneles cerámicos en los que el artista recreará a diferentes personajes literarios. Algo que hará de Esmelle -subrayaban ayer- un museo al aire libre de la cerámica gallega. Y también de la literatura, claro está. |