|
|
|
As destrucións e o abandono no castro e na capeliña do Santrocado |
|

A Gran Enciclopedia Galega fala do monte do Santrocado na voz Las:
La cumbre del monte San Trocado, coronada por una ermita, domina un espléndido paisaje sobre el valle del Miño y las bocarribeiras de Maside y Amoeiro. En este punto se asienta un pequeño castro, dotado de un único recinto defensivo, que no ha sido objeto de exploración arqueológica, pero sí catalogado por Juan Domínguez Fontenla, en el Boletín de la Comisión de Monumentos de Orense, y posteriormente por Manuel Chamoso Lamas, en Cuadernos de Estudios Gallegos.
El día de Santrocado hay gran romería y hasta la ermita concurren con sus pendones las parroquias de As Las, Laias, Ourantes y Eiras (...)
Por outra banda, RODRÍGUEZ COLMENERO di que "en el complejo arqueológico de San Cibrán das Las cabe distinguir un doble yacimiento: el que corresponde al cerro en donde se asienta la ermita de San Torcuato y el extenso poblado situado más al NE, cerca del actual pueblo de Lás. El primero conserva restos de murallas, plantas de cabañas y un pozo semiciego. Es posible también que hubiese existido allí algún templo o santuario, cuya advocación pagana quedaría sustituida por la cristiana de San Torcuato".
ENRIQUE BANDE RODRÍGUEZ ( La romería de San Torcuato. Caixa Rural. Ourense, 1984.) fálanos da capeliña dicindo que "disfruta de un prestigio tradicional. El día 15 de mayo de cada año se juntan allí desde tiempos lejanos las gentes de las parroquias erigidas al pie del monte. A las doce de la mañana se hace allí la tradicional procesión, la bendición de los campos, viñedos y montes del entorno. La bendición la hizo siempre el párroco de San Ciprián de Lás por estar situada la ermita dentro de los límites de su parroquia (...)".
"Es rectangular, hecha por un artista popular, como tantas otras de la geografía orensana (...)".
"Está orientada de Norte a Sur (...)".
"A los pies, esto es, al Norte, se abre una puerta y dos ventanas que dejan ver la ermita desde el exterior para que las gentes recen al santo y dejen alguna limosna. Delante de la puerta principal se levanta un alpendre sostenido por una pared que le preserva de los vientos del Norte (...)".
"Esta ermita en otros tiempos albergó la imagen del San Torcuato (...)".
"La imagen, según cuentan los vecinos, la llevó el párroco de San Ciprián de Las el mismo día que dejó de subir a tener los cultos de la ermita. Nadie sabe su actual paradero."
Luís Barros, " O Caladiño", que foi veciño de San Cibrao das Las e amigo de ENRIQUE BANDE, fixo unha valoración, nas primeiras páxinas da obra citada anteriormente. Nela fai unha preciosa descrición da festa do Santrocado que me vexo obrigado a reproducir polo seu valor documental:
"Yo, en cuanto a la vida del santo, poco o nada puedo aportar, pero en cuanto a la romería puedo contar varias vivencias: que era una fiesta muy popular, se celebraba el día quince de mayo, que subían en procesión cuatro parroquias, Ourantes, Layas, Eiras y San Ciprián de Lás. En la capilla estaba la imagen de San Isidro Labrador (?), la parroquia llevaba la imagen de San Torcuato. Una vez arriba, las cuatro parroquias iban en procesión a bendecir los términos; de regreso, se celebraba la misa amenizada por la música de San Ciprián. Al terminar la misa se celebraba un concurso de bandas, la de cada parroquia por separado. Había muchas pulperas, panaderas y tabernas y, por supuesto, muchos romeros. Era una romería por todo lo alto, y con muchos cohetes.
Allí, en el monte, se respiraba un aire puro. Todo olía a naturaleza, se expandían los pulmones, y no digamos nada del panorama que ofrecía aquel contraste de colores, de los penedos, las carqueixas, las carrascas, con sus flores tan bonitas, y los claros que se entremezclaban de musgo. Todo aquello ofrecía un contraste para mi indescriptible.
Todo ello lo destruyó la mano del hombre, el progreso, con la repoblación forestal (...)".
O pequeno castro do Santrocado pode considerarse un apéndice do castro de Lámbrica (San Cibrao das Las e Ourantes) cara o sur, favorecendo a vixía do val do Miño e do tráfico fluvial, á vez que aproveitando as veas minerais de estaño e de ouro presentes no subsolo.
Actualmente, as administracións culturais non queren protexer o Santrocado, permitindo que se realicen movementos de terras con maquinaria pesada e que se abran pistas sen sentido, que se fagan conducións de auga para fontes que logo non funcionan, que se corten árbores que deixarán expeditos os camiños da erosión... contribuíndo a estragar -en definitiva- o espazo natural e os restos arqueolóxicos, utilizando materiais pouco respectuosos coa contorna. Os danos irreparables a vestixios arqueolóxicos aínda non estudados son un impedimento para o adecuado coñecemento científico da nosa prehistoria e da nosa historia. Veñen a ser anacos de carne que están a retirar cruelmente da nosa identidade aínda viva, da nosa cultura.
Este pequeno xacemento castrexo e lugar fermosísimo está só a un quilómetro do castro de Lámbrica.
Ver artigo A ruta terrestre polo Santrocado entre Lámbrica e a Barca de Barbantes
Bibliografía
BALBÍN CHAMORRO, P. y otros: "Lo que el viento no se llevó: Interdisciplinariedad, metodología y práctica para el estudio de la Hispania céltica" en R. Sainero (coord.): Pasado y presente de los estudios celtas. Fundación Ortegalia-Instituto de Estudios Celtas. Pp. 94 e 95. A Coruña, 2007.
BANDE RODRÍGUEZ, E.: La romería de San Torcuato. Caixa Rural. Ourense, 1984.
RODRÍGUEZ COLMENERO, A.: Galicia meridional romana. Universidad de Deusto. Bilbao. 1977.
VVAA, Gran Enciclopedia Galega. Santiago, Xixón. s.d.
|
|
|
|
|
|
A cada cousa polo seu nome... 🐍 e mirar arredor... |
|

|
|
|
|
|
|
|
|
|
|