 Un año más, se celebró con solemnidad el día de Corpus en Mondoñedo. Rematada la misa mayor en nuestra catedral, se organizó la procesión. Salió el Santísimo acompañado de varios canónigos y sacerdotes y portaron las varas del palio los vecinos: Fernando López, Gonzalo García, Alfonso Cancela y Samuel López. La imagen de nuestra Señora de los Remedios fue llevada a hombros, como hace ya muchos años, por ocho feligreses de la parroquia que lleva su nombre. Entre la Virgen y el Santísimo fueron colocados los niños y niñas que pocas fechas antes recibieron la Primera Comunión. Por último, asistieron las autoridades municipales bajo mazas. La procesión ascendió por la Plaza de la Catedral y calle Alfonso VII. Se detuvo enfrente de la edificación de la iglesia parroquial de Santiago, donde se rezó un responso. Posteriormente transitó por la de Lodeiro Piñeiroa, Guevara, Obispo Sarmiento y Cristo de Los Remedios. En este lugar se detuvo de nuevo la procesión para rezar de nuevo otro responso ante la imagen de Cristo y el hermoso altar allí colocado.
D. Juan Rodríguez del Valle, Arcediano de Azúmara, que residía en la vivienda señalada con el número uno de la calle José María Pardo, fue quien reedificó el nicho del Cristo de los Remedios y todos los años por la festividad de Corpus, colocaba delante del nicho un altar, para el cual había adquirido un paño y un vistoso dosel de damasco encarnado, ante el cual se detenía la procesión. El 8 de julio de 1741, otorgó testamento y dispuso en uno de sus apartados que sus sucesores ?continuasen con dicha devoción?.
Posteriormente la procesión desciende por la calle Leiras Pulpeiro, Pacheco, Lence Santar y Plaza de la Catedral. El suelo de estas calles fue en parte cubierto de vegetación y flores y en algunos lugares los vecinos confeccionaron bonitos adornos. Al remate de ésta, la imagen de Nuestra Señora de los Remedios es llevada de regreso hasta su santuario.
Un acta de sesión del Ayuntamiento de Mondoñedo, de fecha uno de julio de 1697, dice más o menos así: ?Se acordó dar libranza contra el tesorero general de la ciudad de doscientos y treinta reales para la cera que se gastaba en alumbrar a la imagen de Nuestra Señora de los Remedios, que se trajera desde su santa capilla a la catedral de dicha ciudad, para que con su intercesión se mejorase el tiempo y para la conservación de frutos; y treinta a las cofradías del Santísimo y San Antonio, del gasto de cera que dieran el Jueves Santo y Octavario de Corpus, y para traer dicha imagen y llevarla?.
La Virgen de los Remedios es conducida procesionalmente el domingo anterior al día de Corpus (día de la Santísima Trinidad) por el cabildo, el Ayuntamiento y numerosos fieles hasta la catedral, en cuya capilla mayor permanece hasta que es llevada de nuevo a su santuario con toda solemnidad.
Llegaron a salir en procesión el día de Corpus de Mondoñedo las siguientes imágenes: Santiago, Niño Jesús, Santo Tomás, San Francisco, San Juan Bautista, Santa Teresa, La Concepción, San Rosendo, Nuestra Señora de los Remedios, San Ramón Nonnato, San Roque, San Antonio, San José, San Isidro, Santa María de la Cabeza, San Miguel, etc.
El palio que sale actualmente en la procesión de Corpus, pertenece a la parroquia de Santiago de Mondoñedo y fue donado por Dª Maruja Goás Pardo Montenegro, que fue vecina de la calle Pardo de Cela de Mondoñedo. Este palio esta formado por dos preciosos mantones de Manila. La custodia que sale en la misma procesión fue confeccionada con joyas donadas también por Dª Maruja Goás Pardo Montenegro y pertenece al Santuario de Nuestra Señora de los Remedios.
El Ayuntamiento mindoniense acude cada año a la procesión de Corpus, bajo mazas.
|
 D. Diego González Samaniego, Obispo de Mondoñedo, fundó la Cofradía de San Juan el 11 de marzo de 1604.
En 1828 la Cofradía adquirió la imagen que conocemos los mindonienses como San Juan de Toxo y que actualmente se halla colocada sobre una peana en el pasillo lateral derecho de nuestra catedral.
Hizo esta estatua en Ferrol el escultor D. Francisco Senra, bajo la inspección del afamado arquitecto D. Miguel Ángel Uría. Percibió por su obra el escultor la cantidad de 2000 reales. La aureola del Santo fue hecha en 301 reales por el platero D. Manuel Vázquez, de la misma ciudad. La pintura de la imagen estuvo a cargo de D. Agustín Robles, que cobró 640 reales.
En un inventario de alhajas, documentos y otros objetos, de la citada Cofradía, realizado el 2 de enero de 1840, consta: ?La imagen de San Juan Bautista, su talla, la de un hombre regular, costó tres mil doscientos veinte reales?.(1)
Existían unas andas para el mismo, con cuatro horquillas, cuatro almohadas y dos tornillos con que asegurar la imagen a las andas.
(1)- D. Eduardo Lence Santar, Del Obispado, tomo III, página 55.
|