
El martes 31 de mayo de 1927, a las seis de la tarde, se enfrentaron en el campo de Lodeiros de Mondoñedo el equipo local, reforzado con algunos jugadores llegados de Lugo y el R. C. Celta de Vigo que venía de jugar contra el Racing de Santander.
Formó el equipo visitante con: Lilo, Hermida, Pasarín, Guevara, Máximo, Buril, Casal, Chicha, Rogelio, Correa y Pinilla. Venció el equipo visitante por 5 a 0. Se le entregó al conjunto vencedor la bonita ?Copa Mondoñedo?, que posiblemente la tiene el equipo ?celtista? guardada en su museo.
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 En uno de los puntos de la sesión del Ayuntamiento de Mondoñedo, de fecha 9 de junio de 1804, dice lo siguiente: ?Acuerdo del Ayuntamiento para los dueños de perros Alanos y otros perros, los traigan con seguridad, a fin de cuidar los perjuicios que se siguen. Sin embargo de estar prevenidos por el Señor Alcalde Mayor Presidente(1), que todos los dueños de Alanos, Lebreles, u otros cualesquiera perros de presa, de cualquier nombre, o casta que fuere, les pongan un collar con el nombre de su propio dueño y que no los puedan tener sueltos, ni ellos, ni alguna otra persona los lleven, o permitan que anden por la ciudad sin frenillo seguro, y de forma que no puedan hacer daño, bajo la pena de cincuenta ducados, además de los daños que se siguieren de su contradicción y sin perjuicio de otras condenaciones, a que según las circunstancias hubiese lugar?.
Han transcurrido algo más de doscientos seis años y el Ayuntamiento de Mondoñedo, por medio de un bando, tuvo que recordar a los ciudadanos que dispone de una ordenanza sobre salubridad, ornato público y normas de convivencia ciudadana. En uno de sus artículos establece que los animales domésticos y en particular los perros que circulen por la vía pública deben llevar collar con chapa de identificación, ir sujetos por medio de correa, cadena y si fuera preciso por su peligrosidad usar bozal. En otro apartado recuerda que los propietarios deben tomar las medidas oportunas para evitar ruidos o cualquier tipo de molestias a los vecinos, así mismo están obligados a retirar los excrementos de estos de la vía pública.
Desde hace bastante tiempo, es frecuente encontrarse con botellas de plástico llenas de agua junto a la entrada de algunas viviendas y de excrementos de perros en los soportales del Cantón, entorno de la Fuente Vieja, Rúa da Fonte y Plaza del Seminario, siendo necesario a los peatones fijar la vista en el suelo para no pisarlos. Las nuevas obras realizadas en la plaza del Seminario y Fuente Vieja ya están estrenadas por los perros. Algunos setos, que fueron colocados como ornato del entorno, están completamente llenos de colillas, parecen el cenicero de unos fumadores. Los animales no entienden de normas escritas, pero sus dueños sí. Algunos ciudadanos no cumplen las normas, pero para recordárselas están las autoridades municipales e incluso para hacerlas cumplir.
(1)- Se llamaba D. Enrique Ramón Posada Pardo. Falleció en Mondoñedo el 13 de enero de 1828, viudo de Dª Juana Olano. Había sido elegido y nombrado Alcalde Mayor de Mondoñedo por el Obispo D. Andrés Aguiar y Caamaño.
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