 Se conoce así a una variante más desarrollada del cabozo "estilo Mondoñedo", con similares características de volumen y constructivas, pero que han avanzado más en la sustitución de la madera por materiales más duraderos o de cierto prestigio.
Al desaparecer todos los elementos de madera, las vigas longitudinales son sustituidas por un muro de mampostería, al igual que las paredes laterales que cierran la cámara. Se forma de este modo una construcción de planta rectangular con dos plantas separadas por un tornarratos contínuo a lo largo de todo el perímetro de la planta. La planta baja se destina a almacén o bodega y la superior a granero. Para mantener la ventilación de la cámara, los muros laterales y el testero se perforan con pequeños huecos tipo saetera, de forma que las aves no tengan acceso a su interior. En la cepa frontal sigue abriéndose la puerta de entrada y la cubierta es similar a la del modelo Mondoñedo, aunque apoyada directamente en los muros laterales, formando un pequeño alero.
Estos cabozos pueden incluir algunas molduras decorativas.
Conocemos cabozos de este estilo en Masma, Argomoso, Vilamor, Seivane, San Pedro da Torre, Viloalle, Santa María Mayor o en la Casería.
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