 El 20 de octubre de 1908, Dª Filomena Blanco Crecente ?Do Campaneiro?, de estado viuda, vecina del Campo de los Remedios de Mondoñedo, halló en una cuadra de su propiedad un pollino castrado, color castaño, de cinco cuartas de alzada, poco más o menos, esquilado al estilo de Castilla, herrado de las cuatro patas y con un letrero en ambas ancas, rasado al parecer con tijera, que dice: ¡Viva mi dueño!.(1)
Informada la alcaldía del hallazgo, ésta notifica a Dª Filomena que retenga al animal, que lo cuide y que lo alimente, hasta que se presente su dueño. Se publica el hallazgo en la forma acostumbrada. Al no presentarse nadie reclamando el animal, el Alcalde, de conformidad con el artículo 615 del Código Civil, ordena que se proceda a la venta de dicho animal en pública subasta.
Se fijan al efecto los oportunos anuncios en los sitios de costumbre. Habiendo transcurrido ocho días desde la fijación del segundo anuncio sin que se presentara el dueño a reclamar el pollino, se designa día y hora para realizar la subasta. A las once de la mañana del 26 de noviembre de 1908, en la Casa Consistorial de Alcántara, tuvo lugar la subasta del pollino. Se hallaban presentes varias personas y el Alcalde D. Francisco Díaz Portas, manifiesta que daba comienzo la puja, a la llana, invitando a los concurrentes a que hicieran proposiciones. El primero en pujar fue Manuel Fernández, que ofreció 26 pesetas. Otras personas fueron mejorando la puja, hasta las 50 pesetas. Después de transcurrido un intervalo de tiempo, sin que se hicieran más posturas, el Alcalde dió orden de que se apercibiera el remate y que se diesen las voces reglamentarias. Seguidamente se presenta Dª Filomena, ofreciendo 58 pesetas. Después de transcurrido un nuevo espacio de tiempo, sin que nadie hablase, para aumentar dicha suma, el Alcalde acordó adjudicar definitivamente el remate del pollino.
Por los 24 días de manutención y cuidados, transcurridos desde la notificación del hallazgo, a razón de una peseta diaria, suma 24 pesetas. Por gratificación, 1 peseta. Importe de la subasta 58 pesetas. Por gastos ocasionados y gratificaciones, total 25 pesetas. Dª Filomena adquirió el pollino por 33 pesetas.
(1)- Archivo Municipal de Mondoñedo, carpeta 2437-1, hallazgos.
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 En el barrio de Supena, de la parroquia de San Pedro de Argomoso de Mondoñedo existe una fuente con un amplio abrevadero. En su muro frontal fue colocada la piedra superior de un molino celta y una cartela metálica que dice: ?Club Montañeros Celtas, al pueblo de Supena, en el XXV aniversario de la primera exploración a las cuevas del Rey Cintolo, Agosto 1954-1979?. Al mismo tiempo se colocó una bonita cruz de granito, de unos 75 centímetros de altura, con un Cristo crucificado. Tiene ésta a Cristo crucificado, una calavera y dos tibias en el fuste y en la parte inferior un San Pedro con las llaves y a la Virgen. La construcción del Cristo fue costeada por Pedro da Fraga, vecino de Supena.
En un principio, el Cristo se hallaba colocado en las inmediaciones de la vivienda de su propietario, junto a una encrucijada de caminos. A finales de los años setenta, la familia del propietario había desaparecido prácticamente del barrio y se mejora y amplía el pavimento del camino. En este momento se decide cambiarlo de lugar y colocarlo sobre el muro de la fuente pública del barrio. Su trasporte lo realiza la vecina de Supena Angélica Nogueira sobre un carro de madera del país, tirado por una yunta de vacas de su propiedad, con tan mala fortuna que se parte la cruz en el traslado al no haberle colocado suficiente material para amortiguar los posibles golpes. Inmediatamente fue reparada por el industrial mindoniense Orlando Leivas Freire y por el profesor y escultor D. Juan Puchades Quilis.
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