
En vista de los cuantiosos daños que causaban a la cabaña ganadera los numerosos lobos que pululaban a sus anchas por los montes de Toxoso, Fraga das Vigas y montes del Pereiro o Cadramón, las autoridades municipales pedían autorización para celebrar una gran montería.
A estas monterías concurrían los vecinos de Labrada, Fanoy, Romariz, Abadín, Castromayor, Candia o Quende, provistos de sus armas de fuego, hoces u horquillas. Las monterías empezaban a primera hora de la mañana y fueron dirigidas durante muchos años por el veterano y valiente D. José Pedreira Pérez (Pepe d´os Agros), montero mayor de Abadín.
Hay que tener en cuenta que a las monterías estaban obligados a concurrir, por derecho consuetudinario, todos los vecinos, asistiendo de cada domicilio una persona; por consiguiente, en la casa donde no había un hombre mayor de 15 años, tenía que asistir una mujer.
El que no se presentara, podía ser multado por el montero mayor, hasta con 20 reales. También podía multar el montero mayor al que por cobardía o por otra causa no justificada abandonara su puesto (1).
De estas monterías se hacía eco con mucha frecuencia la prensa escrita y él antiguo Cronista mindoniense D. Eduardo Lence Santar llegó a publicar unos bonitos e interesantes artículos en periódicos de Mondoñedo. En marzo de 1929, incluso el Boletín Oficial del Cuerpo de Somatenes Armados de la 8ª Región se hacía eco de dar muerte a dos grandes lobos que tenían atemorizados a los vecinos de la parroquia de Bretoña (Pastoriza).
Para mi sorpresa, existe un conocido pasodoble titulado ?La Montería? del maestro Guerrero.
En la imagen podemos observar a los participantes en una de estas monterías, entre los que observamos: una pareja de guardias civiles, a Luís Trigo Chao ?Gardarrios?, al montero mayor (Pepe d´os Agros) y a numerosos participantes, entre ellos a mí abuelo paterno José.
(1)- ?El Compostelano?, de fecha 10 de julio de 1928, pág. 1 y 2.
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