 No es de origen francés, que sepamos, aunque el mote ya le viene de viejo.
Era un personaje muy singular del mercado medieval mindoniense. Desde que comenzó a asistir al mercado, siempre colocó su pequeño puesto con objetos construidos con diferentes clases de maderas enfrente de la vivienda de la familia Villamil del Cantón Grande de Mondoñedo.
Vestía un curioso ropón de color claro, provisto de unas rayas verticales, que tapa su cuerpo desde el cuello hasta los tobillos. Cubría su cabeza con una especie de ?capelo? y en sus pies calza unas artesanales sandalias.
Su verdadero nombre es Eusebio García Otero, nacido hace 86 años en el barrio de Pumariño, parroquia de Nuestra Señora de los Remedios. Durante su intensa vida laboral trabajó durante más de treinta años en la empresa maderera Aglomerados Ecar de Mondoñedo. Sus ratos libres los ocupaba en su gran afición a la jardinería y a realizar en una dependencia de su vivienda pequeños trabajos en madera.
Era un verdadero artista con este material; realizaba desde una artesa pasando por el carro del país, yugos, silbatos, hasta variedad de bastones. Acostumbraba a usar para sus trabajos madera de castaño, boj, tojo y cerezo También hizo sus ?pinitos? con otros materiales como el acero y el cristal.
Participó en el Mercado Medieval de Mondoñedo casi desde sus inicios, con el cual se desplazó hasta Lugo y Madrid e incluso a la localidad francesa de Treguier, con la que estamos hermanados desde hace unos años. También participó en los mercados de Xove, Alfoz e incluso en la ?Festa da Faba? de Lorenzana.
Eusebio gozaba de un gran sentido del humor entre los compañeros de mercado e incluso gastaba muchas bromas a sus clientes; para él eran verdaderos días de fiesta. Por lo general era acompañado por su esposa.
Deseábamos que continuara participando en estos mercados muchos años más, realizando esta clase de trabajos en madera y que pudiéramos disfrutar de su buen humor, pero el cansancio, el desanimo y el inesperado fallecimiento de su esposa hicieron mella en Eusebio y abandonó todas estas actividades.
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