 El 1 de agosto de 1924, el Presidente del Directorio Militar D. Miguel Primo de Rivera, acompañado del general Martínez Anido y del Gobernador Civil D. Jacobo Varela visitan Mondoñedo. A las doce de la mañana, con el disparo de potentes bombas y repique de campanas, se anunció su entrada en la Plaza Mayor. A escasos minutos de su entrada, la voz de ¡fuego! ¡fuego! cundió por toda la Plaza. Una de las bombas disparadas, cayó ardiendo sobre una gran "meda" de trigo en el cercano lugar del Carrascal, que ardió totalmente, así como otra que se hallaba inmediata. Las pérdidas sufridas por sus propietarios fueron bastante considerables.
A comienzo de los años treinta, un nuevo taller pirotécnico se halla funcionando en los alrededores de Mondoñedo. Éste se encontraba situado en el interior de una vivienda situada muy cerca de "A Rocha". Estaba regentado por Basilio Sánchez Naves, natural de Avilés (Asturias). El 23 de mayo de 1933, a media tarde, se encontraba realizando la operación de agujerear las bombas, por cierto, operación muy peligrosa por culpa del fulminante, para la celebración de una fiesta. Al intentar recebar una de ellas, tuvo la mala fortuna de que hiciera explosión, originándole graves heridas en el vientre, cara y manos. Es trasladado inmediatamente al Hospital de San Pablo de Mondoñedo, donde es atendido por los doctores Soto Veiga y Álvarez Mon, ayudados por el practicante D. Andrés Baamonde. Debido al destrozo ocasionado en una de sus manos, fue necesario amputársela.
Transcurridos escasos años de este suceso, un nuevo taller pirotécnico se encuentra en funcionamiento en los alrededores de Mondoñedo. Éste se halla situado en una pequeña edificación, a la orilla del llamado "Camiño Novo" y muy cerca de las viviendas del barrio del Río de Sisto. Era regentado por Isidro Díaz Rico, más conocido como "O Licho", que era minusválido de una pierna. A medio día del 14 de julio de 1936, su propietario se hallaba recebando las bombas para la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, inflamándose una de ellas. Un enorme estruendo se escucha en todo Mondoñedo, la edificación del taller pirotécnico es pasto de las llamas y se encuentra prácticamente derribada. La muerte de Isidro Díaz fue instantánea y se comentó entre los vecinos que la puerta de madera de la edificación y su pierna ortopédica llegaron al lugar de "O Sabelo".
Es el último accidente pirotécnico grave que ocurrió en Mondoñedo, aunque sí conocemos algunos de menor gravedad (pérdidas de algunos dedos de manos). Por medio de la prensa local, también conocemos algún accidente ocurrido en las poblaciones más cercanas. El 28 de enero de 1926 sucedió una terrible explosión en la vivienda del pirotécnico José Reigosa Leitón (Ribazo), en la parroquia de San Adriano de Lorenzana, causando considerables destrozos en la edificación y la muerte instantánea a su esposa María Josefa Palacios Ledo. Parece ser que la víctima penetró en el taller con una luz de carburo encendida, produciéndose la inflamación de la pólvora almacenada en su interior. El exceso de confianza, el no aplicar unas medidas de seguridad adecuadas y la escasa cualificación de sus dueños, posiblemente son algunas de las causas de estos terribles y dolorosos accidentes, que deseamos que nunca más se repitan.
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