 A las diez y media de la noche del 23 de febrero de 1901, siendo Presidente del Casino de Mondoñedo D. Patricio del Seijo Serantes, se prendió fuego en el pequeño local dedicado a cocina de la cantina. Se desconocía el momento de su inicio y la causa que lo originó, aunque se sospechaba que pudo originarlo alguna brasa caída al recoger el rescoldo del fogón.
Al percibir el fuego las personas presentes en las dependencias del Casino, por medio de cubos de agua, lograron sofocar el fuego inmediatamente, cuya operación fue presenciada casualmente, por algún miembro de la Junta de Gobierno de la Sociedad y por el representante de la compañía de seguros ?La Unión y el Fénix Español?.
Según dictamen de personas expertas, la reparación indispensable de los daños causados a la reducida estancia, ascienden a unas quinientas pesetas, más o menos.(1)
(1)- A comienzos del año 1872, en el lugar que hoy ocupa el Casino de Mondoñedo, existía una finca urbana consistente en una casa, compuesta de dos altos, cuadras y otras dependencias y con una huerta a su trasera cerrada de muro de piedra. Dicha casa y huerta fue propiedad de D. José Francisco Rancaño Irimia, casado y propietario, vecino de Santirso de Abres.
El 19 de febrero de 1872, D. José María Lage Domínguez, abogado y Diputado provincial, compró por diez mil reales o dos mil quinientas pesetas en nombre de la Sociedad Círculo de Recreo de Mondoñedo, de la que era Presidente, esta propiedad para construir un nuevo edificio para la misma.
La edificación que todos los mindonienses conocemos por el nombre de Casino fue construida por D. Antonio Díaz Núñez, futuro fundador de la Sociedad de Obreros Católicos de Mondoñedo.
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