 A las doce de la mañana del 2 de febrero de 1908, se divisó desde el ?Campo da Cabana? de Foz algo parecido a un barco con la quilla vuelta hacia arriba. Inmediatamente salieron para la mar dos lanchas patroneadas por Tristán López Val y Alfredo Navarro y barra afuera observaron una enorme mole parecida a una ballena, que estaba muerta y venía hacia el interior de la ría.
Cuando les fue posible, sujetaron un cabo a una de las aletas del animal y dándole una vuelta por el vientre, consiguieron traerla hasta el punto denominado ?Peña del Carbón?, en donde se varó y amarró fuertemente.
El acontecimiento atrajo a Foz gran número de curiosos, llegados desde Mondoñedo, Barreiros, San Miguel, Fazouro, Ribadeo, Burela y Vivero. Al presentar el cadáver del animal señales de descomposición, tuvieron que hacerlo tapándose la nariz, del olor nauseabundo que desprendía. A los pocos días se efectuó el vaciado del animal ?empleándose en esta operación 20 hombres y siendo necesario que la corriente de la marea alta arrastrase la enorme masa intestinal?. Se comprobó que el animal no había sido muerto por arpón y si por asfixia.
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