 Por la semejanza de nuestro país con Suiza, la Diputación Provincial de Lugo implanta a comienzos del siglo XX las paradas de sementales vacunos, con el fin de ensayar el cruzamiento de razas afines y contribuir a la mejora de la raza existente. Se aprueba un Reglamento el 8 de octubre de 1906, por el que se debían regir las paradas de vacuno y de cerda. En cada partido judicial se estableció una parada por cuenta de la Diputación; cada una de ellas se dotará de un toro y tres verracos, excepto la de Lugo, que tendrá dos toros y tres verracos. Los toros se instalaron en las poblaciones cabezas de partido.
En el mes de septiembre del año 1907, llegan a la estación del tren de Lugo cuatro toros, que habían sido adquiridos por la Diputación Provincial de Lugo en el extranjero, con la intención de mejorar la calidad del ganado vacuno, los cuales fueron enviados posteriormente a las paradas de Castro de Rei, Monforte de Lemos, Sarria y Mondoñedo. La parada en nuestra ciudad se encontraba situada en la vivienda del matrimonio formado por Cipriano Cabanas Montouto (1845) y Josefa González (1847), vecinos del lugar de Prado, parroquia de Nuestra Señora de los Remedios de Mondoñedo. En el año 1908 la Diputación Provincial compra de nuevo otros cuatro toros ?marelos? de la raza ?Simenthal?.
Con motivo de las Ferias y Fiestas de San Lucas del citado año, se celebra el día 17 un nuevo concurso de ganado; no fue un concurso muy concurrido, ni por la cantidad, ni por la calidad de ejemplares presentados. En el apartado de mestizos vacunos, toros de uno y medio a cuatro años, gana el primer premio, dotado con 50 pesetas y diploma de honor Cipriano Cabanas Montouto, vecino del lugar de Prado (P. de los Remedios) por un excelente ejemplar de dos años y dos meses.
El 17 de octubre del año 1909 se celebró otro concurso de ganado con motivo de las mismas fiestas. En el apartado de ganado vacuno, segunda sección, se otorgaron los siguientes premios: Mestizos extranjeros - Francisco López de S. Adriano, por un toro mestizo, 20 pesetas; Manuel González de Abadín, por un toro mestizo, 20 pesetas; Cipriano Cabanas Montouto, vecino del lugar de Prado (P. de los Remedios), por un toro de raza Simmenthal, hijo también del reproductor enviado por la Diputación Provincial de Lugo, 40 pesetas; Manuel Otero de Valiño, por un toro, hijo del semental enviado por la Diputación Provincial y que murió hace un año, 75 pesetas; José Polo Muiño, de Masma, por una becerra mestiza, 25 pesetas; Ramón Corral de Coubeira, por un becerro mestizo, 25 pesetas.
Todas las recompensas se otorgaron en metálico. El reparto de los premios se verificó con gran solemnidad el mismo día del concurso, de cuatro a cinco de la tarde. En todos los casos, se extendió un certificado en el que se anotó la clase de premio, animal que lo mereció y nombre y apellidos del concursante.
En el concurso de ganado vacuno de las Ferias de San Lucas del año 1912 compartieron el primer premio, que ascendió a 75 pesetas cada uno, en el apartado de mestizos ?Simmenthal?, Cipriano Cabanas Montouto del lugar de Prado y Rosendo Bouso Rodríguez ?O Llano? del lugar del Monfadal. En el año 1913, en el apartado de toros y becerros de raza gallega de 1 y medio a cuatro años, recibió de nuevo el primer premio Cipriano Cabanas, con 68 puntos. El premio en metálico ascendió a 100 pesetas de la época.
Un biznieto de Cipriano Cabanas, llamado Manuel Cabanas López, residente en el cercano Ayuntamiento de Xove, continúa con la arraigada tradición familiar de poseer buenos toros sementales y de participar en diferentes concursos de ganado vacuno de la comarca. |