 En noviembre de 1872 se hicieron cargo del Hospital de San Pablo y San Lázaro de Mondoñedo las Hijas de la Caridad, que tanto y tanto se afanaron por el cuidado de enfermos y por la prosperidad del establecimiento, que había sido expoliado considerablemente por las leyes desamortizadoras de Mendizábal. Una monja del centro hospitalario, que permaneció durante mucho tiempo entre nosotros, que fue muy querida y es recordada con frecuencia, se llamaba Sor Heriberta.
Con este nombre era familiarmente conocida la Superiora de la Hijas de la Caridad del Hospital de San Pablo de Mondoñedo. Su nombre completo era Sor Heriberta Selva de Santamaría. Había nacido en la población leonesa de Fresno de la Vega (1), el 16 de enero de 1872, ingresó en la Congregación de Hijas de la Caridad, contaba con 23 años de edad, siendo destinada a la Casa Hospicio de la Coruña. Transcurridos diez años fue destinada a Filipinas a regentar una Escuela Normal, en cuyo puesto permaneció catorce años; pero ya quebrantada su salud por el enorme trabajo intelectual y corporal, regresa a España y es nombrada Superiora del Hospital y Casa Inclusa de esta ciudad el 31 de diciembre de 1895.
Se procuró ?rodearse siempre de Hermanas inteligentes y activas, su bien equilibrado cerebro supo reorganizar los servicios de ambos Establecimientos, mejorándolos y ampliándolos considerablemente, aun luchando con tesón contra rutinarios procedimientos, todo ello en beneficio del prestigio y consideración a que tenía y tiene derecho tan importante institución benéfica?. De carácter afable y conocedora de las cosas humanas, todos cuantos la trataban eran sus más devotos amigos y admiradores.
A principios del mes de abril del año 1920 falleció esta benemérita hija de S. Vicente de Paúl, que correspondió con la vida de sacrificio a que se consagró por entero durante cerca de 50 años, renunciando a las comodidades terrenales que le brindaba la posición acomodada de su familia.
Por estas razones su entierro constituyó una manifestación de sentimiento, asistiendo numeroso público, todas las Asociaciones de la ciudad y la Comunidad de PP. Pasionistas. Formaron el duelo el Alcalde D. José Álvarez Mon, el Deán de la catedral, D. Abelardo Goás, juez municipal y D. Sebastián Solla, Diputado provincial, acompañados del Administrador del Hospital D. Antonio María Agrelo y de otros varios Capitulares.
Sus restos mortales recibieron cristiana sepultura en el cementerio general de Mondoñedo. Pocos días más tarde del fallecimiento de tan solicitada madre, desde las primeras horas de la mañana se celebraron misas rezadas en la capilla del Hospital en sufragio del alma de la finada.
(1)- Ayuntamiento leonés situado en el margen izquierdo del Río Esla, muy cercano al de Valencia de Don Juan.
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