
Los que hemos podido cumplir los cincuenta años nos acordamos perfectamente de este puente de madera que nos permitía superar el cauce del río Tronceda y la impresionante ?Fervenza? del lugar. Era utilizado para acortar el trayecto que desde Mondoñedo nos conducía al área recreativa del Coto de la Recadieira, pasando por el barrio de San Lázaro, ascendiendo a las viviendas más elevadas del barrio del Coto, descender por un empinado sendero de pie, atravesar el citado puente de madera y por último ascender por una masa rocosa hasta aproximarnos a la gran tubería metálica por la que descendía el agua para la antigua central hidroeléctrica.
Siendo prácticamente unos niños, familias enteras y amigos de Mondoñedo, acudíamos al área recreativa del Coto de la Recadieira los domingos y algunos días festivos, principalmente en la estación del verano, casi siempre cargadas nuestras madres de cestos llenos de comida y de los utensilios necesarios para el baño.
Cuando atravesábamos el modesto puente de madera, al que le faltaba con frecuencia alguna tabla de su piso, al escuchar el fuerte estruendo del agua al golpear con las rocas y al notar un pequeño balanceo al pasar los primeros caminantes, se apoderaba de nosotros el miedo a una posible caída.
A comienzo de los años setenta del pasado siglo, la madera del puente se encontraba muy deteriorada y ante la negativa de la empresa B.E.G.A.S.A a repararlo de nuevo, ésta toma la drástica decisión de retirarlo, posiblemente para siempre. Estamos ya demasiado acostumbrados a la desaparición de edificaciones emblemáticas, de puentes, de hórreos, de fuentes, de caleiras, de escudos heráldicos etc.
Mazo
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