
En el territorio de la actual parroquia de San Vicente de Mondoñedo, que antiguamente perteneció a la Rilleira de Trigas, conocemos los curiosos nombres de algunas parcelas de terreno: “Campo da Cabana, “A Zarralla”, “Casa Cangada”, “Chelinos”, “Porto do Carro”, “Chocolateiro”, “Liñeira”, “Cainzo”, “Costa do Foxo”, “Porcriado”, “Teixos”, “Rego das Tripas”, “Viña”, “Lombatos”, “Aguillón”, “Pena do Gato”, “Porto de Fernán Pérez” (1), “Os Bravos”, “Cabaneiros” o “Tarambosa”. Cierto día buscando en unos documentos familiares los datos de una parcela de terreno, me encuentro con el nombre de una parcela conocida con el singular nombre de “Campo da Forca”, que me resultó totalmente desconocido. Parcela de terreno situada en las inmediaciones de las viviendas del barrio de A Pradela (2).
En los documentos se expresan de la siguiente manera:
1)- “Donde llaman Campo da Forca de La Pradela, un terreno cerrado de sobre si, inculto, de tres ferrados y veintiuno cuartillos o veinte áreas, setenta y una centiáreas. Linda al Norte, con camino a la Valiña; Sur, sendero que va a Las Invernegas; Este y Oeste, más de herederos de D. José Villaamil”.
2)- “propiedad de 1 ferrado y 9 cuartillos de tierra en “A Forca da Pradela”. Linda al Norte, con camino; Sur, sendero; Este y Oeste, herederos de D. José Villaamil”.
(1)- Este nombre ya aparece citado en un documento del año 1297. Fernán Pérez estaba casado con Mariana Pérez de Trigás.
(2)- A Pradela es un pequeño núcleo de población, situado al Sur de la población de Mondoñedo, que pertenece a la actual parroquia de S. Vicente de Trigás. En el lugar nos encontramos con tres humildes viviendas del medio rural, con algunas edificaciones menores que se dedicaron a cuadras para guardar el ganado y un cabozo. Las viviendas se hallan deshabitadas desde mediados de los años setenta del siglo pasado y el abandono comienza a hacer mella en todas ellas, llegando en algunas ocasiones a un nivel irreparable. Los últimos moradores del lugar fueron el matrimonio formado por Antonio Chao Chao y Milagros Rego, acompañados de su hijo Ramiro y de su madre Josefa Chao.
La despoblación, el abandono del campo y las concentraciones parcelarias hacen que la gran mayoría de estos nombres vayan desapareciendo.
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