
No hace muchos años que era frecuente encontrarse a las puertas de las viviendas, entrada de la catedral o esquinas de algunas calles, en días festivos o de mercado, con algunas personas pidiendo limosna. Por las ferias de San Lucas llegaban con sus carromatos y ganados numerosos gitanos. Los hombres se dedicaban al trato y las mujeres acompañadas de niños de corta edad visitaban los domicilios o se dirigían a los viandantes pidiendo algún donativo. Algunas de estas personas se refugiaban de las inclemencias meteorológicas en los soportales del Cantón, entrada al Palacio Episcopal, arco de la Fuente Vieja o bajo algún puente.
Desde hace un tiempo, esta situación ha cambiado. No sé si ha sido la crisis, la necesidad o el vicio. Ahora podemos ver algunas personas, en algunos casos muy jóvenes, tumbadas en el suelo, en ciertas ocasiones utilizando como colchón unos cartones y cubiertos por una diminuta y raída manta, a la entrada de sucursales bancarias, en portales de algunas viviendas o en cabinas telefónicas.
De esta triste situación existen numerosos documentos archivados (escritos o fotográficos). Localizamos en el archivo Diocesano de Mondoñedo algunos de estos y hoy queremos, darlos a conocer.
1)-El 20 de enero de 1797 se halló en un camino de la parroquia de Santiago de Lindín (Mondoñedo) un pobre de solemnidad, llamado Francisco, sin poder hablar. Unos caritativos vecinos de Lindín lo trasladan al domicilio de José de Leiras, vecino del barrio de O Castro. Francisco se hallaba casi destituido de todos los sentidos.
A las pocas horas de ser recluido en el domicilio de la familia Leiras y pese a las numerosas atenciones dispensadas, Francisco fallece.
El 21 de enero de 1797, su cadáver recibe cristiana sepultura en la iglesia parroquial de Santiago de Lindín. Como ha dejado escrito el Sr. Cura párroco, se desconocía la procedencia de Francisco y sus apellidos.
2)-El día 15 de abril de 1838, Juan Sales y Sales, en compañía de tres hijos, llegó a la parroquia de Argomoso pidiendo limosna. Juan era natural de Puigber (Lérida).
En este lugar, Juan enferma gravemente y fallece de manera inesperada el mismo día. El día 17 el cura párroco le da sepultura en el cementerio parroquial.
3)-El 4 de junio de 1845, María Juana, pobre de solemnidad, natural de San Esteban de Piantón (Vegadeo), pero residente en Santa María de Trabada, llegó al anochecer a la vivienda propiedad de Juan da Veiga, vecino del barrio de Pardiñas de la parroquia de San Pedro de Argomoso, pidiendo limosna. Juan le da de limosna lo que cree oportuno y como se acercaba la hora de la cena, la invita a cenar con los miembros de la casa.
En un momento de la cena, María Juana se siente indispuesta y es acostada en una cama de casa. Entre cuatro y cinco de la mañana, sin poder ser socorrida de Sacramento alguno, fallece.
El día 5, a las seis de la tarde recibe cristiana sepultura, en la señalada con una cruz gravada en la baldosa que la cubría.
La imagen que acompaña el texto fue captada a primera hora del domingo día 21 de octubre del 2018 a la entrada de un conocido comercio y vivienda de la calle Progreso de Mondoñedo. Por el calzado que portaban las dos personas ?hospedadas?, parece que se equivocaron de estación del año.
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