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Dónde se hallan? Con el peculiar nombre de ?Invernegas? se conoce un diminuto núcleo de población que pertenece a la parroquia de Santiago de Mondoñedo. Las viviendas se encuentran situadas a unos quinientos metros de altitud sobre el nivel del mar, en plena ladera de los montes conocidos como ?da Farrapa?.
En el citado lugar nos encontramos con dos viviendas muy antiguas, con otras pequeñas edificaciones para guardar los aperos de labranza y algunos animales y todas ellas rodeadas de robustos muros de piedra y de unos gruesos laureles romanos que las protegen de los fuertes vientos, principalmente del vendaval. Algunas parcelas del terreno de cultivo también fueron rodeadas de gruesos muros de piedra.
En la conocida como ?A Casa Nova? del lugar de ?As Invernegas?, residían a finales del siglo XIX el matrimonio formado por José García Díaz (A) ?Casanova? y su esposa Josefa Maseda Villapol, en compañía de sus jóvenes hijos: Ramón, Antonio, Josefa, otro Ramón y Manuel.
¿Qué ocurrió? El 25 de noviembre de 1894 desaparece de su domicilio Josefa Maseda Villapol. El cuatro de diciembre de 1894, compareció ante las autoridades municipales de Mondoñedo, José García, de 47 años de edad, de profesión labrador y vecino del lugar de As Invernegas, manifestando que el domingo 25 de noviembre, entre diez y doce de la mañana, desapareció de su domicilio su esposa Josefa, de quien decía, que desde su juventud padecía algún trastorno mental.
José García ?Casanova? describe a su esposa con toda clase de detalles: edad, cuarenta y dos años, estatura alta, pelo castaño, ojos negros, nariz regular, boca idem, cara larga, color pálido, algo hoyosa de viruelas. Viste saya ordinaria de candil, color castaño, chaqueta o jubón de lana sucada negra y usada, pañuelo de algodón o lana a la cabeza, color negro, dengue al cuello de bayeta negra, usado y calza medias de hilo blanco, con zuecas pintadas de negro y lleva en sus brazos un niño, hijo suyo, de unos dos años y medio, vestido a uso de aldea y con arreglo a su edad.
A pesar de haber practicado José, desde dicho día, activas diligencias en su busca, sólo pudo adquirir noticia de que Josefa había sido vista en el lugar de Gontán (Abadín), donde había comprado una libra de pan el lunes veintiséis, tomando a continuación dirección hacia la parroquia de S. Pedro de Labrada, pero sin tener hasta la fecha más noticia suya.
Por todos los contornos y hasta Villalba, José puso personas encargadas para que le avisaran de si aparecía. Al no tener noticia alguna, por consiguiente, se puso en contacto con el Alcalde de Mondoñedo para que remitiera al Sr. Gobernador Civil de la provincia su desaparición y se pudiera insertar en el Boletín Oficial su búsqueda, con objeto de que si se encuentra a Josefa Maseda y al niño (Manuel), se les conduzca con las debidas consideraciones a disposición de la Alcaldía de Mondoñedo, para su entrega.
El 26 de junio de 1895, después de más de 212 días fuera de su domicilio, de soportar toda la estación invernal, de mojarse, de pasar hambre, frío y de deambular por los enlamados caminos del contorno, Josefa y su hijo Manuel son localizados en las inmediaciones de Villalba.
El día 27 tiene lugar la entrega a la Alcaldía de Mondoñedo de la enferma Josefa y de su hijo de corta edad. Realiza el acto de entrega el guardia municipal de Villalba D. Antonio Hermida, pero al hallarse imposibilitada la enferma para poder hacer el viaje a pié, se le faculta un bagaje de carro por el contratista de esta partida.