
Por la corporación mindoniense se acordó el 25 de noviembre de 1775 escribir al Intendente que en el distrito de esta provincia no hay fábrica para tejidos establecida, más que una en la villa de Ribadeo, a cuenta del arbitrio de dos maravedíes en azumbre de vino. Pero existe una en el lugar de San Lázaro, arrabal de la ciudad, que goza de real facultad, propiedad de D. Santiago Olano Villanueva. Ésta no tiene tejido alguno, pero se emplea en dar tintes a los lienzos y prensarlos para holandillas. Los tejidos los compra su dueño para beneficio propio.
Otra de loza basta, aunque con algún género de vidriado, mal dado, que estableció en el corriente año D. Lorenzo da Riva Otero, vecino de esta ciudad, en el lugar de San Cayetano, sin real permiso (1). Esta fábrica, llegó a obtener una producción anual de entre 12.000 y 14.000 piezas. Contaba con una plantilla de un oficial, un maestro y dos aprendices.
D. Lorenzo también creó en el mismo lugar una fábrica de sombreros, que importaba géneros franceses y del País Vasco. La de sombreros llegó a confeccionar 3.000 ejemplares al año, de los cuales, la mayor parte se vendía fuera de la ciudad. Contaba con una plantilla de de diez operarios: cinco oficiales, cuatro aprendices y un maestro.
Llegó el momento en que la suerte le fue adversa a D. Lorenzo, sus fábricas experimentan cuantiosas pérdidas, viéndose obligado a hipotecar numerosos bienes rústicos e incluso venderlos. Entre los bienes hipotecados se encontraban las dos fábricas, las cuales serían valoradas en 50.000 reales.
D. Lorenzo da Riva falleció el 12 de enero de 1793, viudo de Dª María Rubiños. Fue enterrado dentro de la Santa Iglesia Catedral de Mondoñedo, con misa y vigilia cantada, de termo entero y toque de campanas mayores. Le quedaban de su matrimonio tres hijos: Javier, Josefa y Vicenta.
En el año 1795 se abrió una bolsa de agua en las inmediaciones del lugar de ?A Picheira? de Barbeitas, deslizándose por el terreno gran cantidad de agua y tierra, que ocasionó importantes daños materiales a la edificación donde estuvieron instaladas las fabricas.
Han transcurrido más de doscientos años de la desaparición de estas pequeñas fábricas de Mondoñedo, pero en el lugar de San Cayetano sigue en pié la edificación que las albergó y en documentos del Archivo municipal (2) y en otros particulares, las citan como colindante de algunas parcelas de terreno.
Algunos vecinos del lugar, que superan los ochenta años, recuerdan ver en la planta baja de la edificación restos de alguna rueda de alfarería.
(1)- Archivo municipal de Mondoñedo, carpeta 0952, acta municipal de 25 de noviembre de 1775.
(2)- Año 1863- ?Las aguas que descienden de San Cayetano y de las Fábricas, por el camino que baja paralelo con el bosque del Sr. Silva y con la muralla de la huerta que fue de D. Tomás del Valle hasta desembocar en el Río de Sisto?.
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