 A comienzos del mes de junio de 1.916 se desató otra epidemia, esta vez de tifus, entre la población de Mondoñedo. Esta nueva epidemia, vino a renglón seguido de otra de sarampión, que costó la vida a más de cincuenta niños. Son múltiples los casos de fiebres y desarreglos intestinales entre los alumnos internos del Seminario Santa Catalina. Se adelantaron los exámenes de fin de curso y se mandaron a los seminaristas para sus casas a pasar las vacaciones. Quedaron sólo en Mondoñedo los alumnos que han de recibir Órdenes en las Témporas de Trinidad.
La coincidencia de que casi todos los atacados (más de cien) residen en las viviendas de la parte de la ciudad que se surte habitualmente de las aguas de la Fuente Vieja, hace que se sospeche de su contaminación al recibir algunas filtraciones de las cuadras de las edificaciones colindantes. Ante esta alarmante situación, las autoridades municipales ordenaron analizar el agua de la Fuente Vieja. La Fuente fue clausurada por orden gubernativo, al comprobar que poseía bacilos de Ebhert (1), colocándole una tarima de madera para evitar el acceso al caño.
El mecanismo de contagio de los vecinos fue fecal-oral a través del agua y de algunos alimentos contaminados con deyecciones.
El día 3 de diciembre de 1917, a las dos de la tarde, se promovió un gran tumulto en Mondoñedo. La gente del barrio de la Fuente Vieja, ante la escasez de agua y al hallarse clausurada aquella fuente, provistos de algunas herramientas, la asaltaron, separaron los obstáculos que impedían su uso y se surtieron en gran cantidad, llenando infinidad de cantaros.
Es en este momento cuando surge una curiosa anécdota, que de generación en generación se va trasmitiendo de forma oral. José Ramón Cendán Díaz ?O Larán? (n-10/11/1864) (2), de profesión zapatero remendón, que tenía su taller en la planta baja de una vivienda de la calle Méndez Núñez de Mondoñedo, actual de Álvaro Cunqueiro, se hizo famoso entre la población de Mondoñedo por la anécdota que relató con toda clase de detalles en la prensa escrita el antiguo cronista de Mondoñedo, D. José Díaz Jácome.
El zapatero, al encontrarse clausurada la fuente durante tanto tiempo, montó en cólera y se dirige a la misma con una tartera y un colador. Como esta ya había sido destapada de forma violenta, puso el colador al caño y exclamó: ?Aquí non hai microbios nin Dios que os fixo, a beber tocan, ¡Se non é bebible é tarteirable!?
?O Larán? se hizo famoso en Mondoñedo por medio de la anécdota anteriormente reseñada y por otra que cantaba, mientras martilleaba en la suela del calzado: ?Teño unha casa no Couto, qu?está pedindo muller, unha condición lle poño, que me poida a min manter?.
(1)-Se debe su nombre al patólogo y bacteriólogo alemán Carl Josefh Eberth (1835-1926).
(2)-José Ramón Luís Cendán Díaz, nació el 10 de noviembre de 1864 en el barrio del Pasatiempo de Mondoñedo. Era hijo de Manuel Cendán y de María Josefa Díaz, naturales y vecinos del Pasatiempo.
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