 Las dos baterías de armas del Grupo 1º del Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña, de guarnición en Astorga (León), a finales de los años setenta estaban dotadas de cuatro Lanzacohetes L-10 cada una. Además, de por la matrícula del vehículo en que iban montadas las jaulas, los distinguíamos por unas franjas verticales (verde, roja, amarilla y blanca) de diferentes colores que llevaban pintadas en sus plataformas metálicas. El Lanzador L-10 que aparece en la imagen haciendo fuego real desde el asentamiento de Campomuga hacia las estribaciones del monte Teleno, es el segundo (franja roja) de la segunda batería del Regimiento. Se acostumbraba a disparar con estos lanzadores desde los asentamientos de junto a la ermita de San Roque (Lagunas de Somoza), Río Peces y Campomuga.
A comienzos de los años ochenta, estos lanzadores son retirados y son dotadas las mismas baterías con cuatro Obuses de 105/26 cada una.
El esfuerzo físico realizado por los sirvientes del lanzador para elevar con las mordazas desde el camión de municionamiento los pesados cohetes hasta la boca de la jaula del lanzador, la rapidez para ponerlos en batería (hay que tener en cuenta que estas tareas se realizaban manualmente), la precisión a la hora de colocar las espoletas, colocar estopines, realizar las conexiones del distribuidor, la colocación de datos de tiro, la velocidad con que se salía del asentamiento después de hacer fuego; merecían la pena. Era todo un espectáculo verlos en acción de fuego.
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