
En los años sesenta del siglo XIX, cuando se realizó el estudio del trazado de la carretera de Villalba a Oviedo (actual N-634), se pensó en construir un ramal, de poco mas de ocho kilómetros, que partiendo del Barrio de los Molinos de Arriba, de la carretera de Vivero a Meira y de Mondoñedo a Riotorto, siga la cuenca del río Valiñadares, para facilitar la extracción de las riquezas naturales que se encierran en dicha cuenca.(1) Comenzando por las minas de O Barral, Supena y Pausalido, que personas entendidas en la materia, opinaban que iban a ser objeto de beneficios. La antigua y buena cantera de losa de Labapiés, además de las excelentes maderas de castaño y roble, que a una y otra ladera del río se producen, sin poder sacarse cómodamente. Las magnificas y abundantes canteras de mármol sacaroideo de Paadín, propiedad, posteriormente de D. José Villamil y Castro y más arriba las de Sasdónigas de D. Gaspar Armesto Vinuesa, con una enorme extensión de monte para leñas de combustible. El coste de esta vía proyectada, no sería tan elevado por cuanto hasta la cantera de losa, podría utilizarse el camino de carro que transita a orillas del mencionado río. Desde Labapiés, casi en su mayor parte atravesaría terrenos del señor Villamil Albareda.
Este proyecto no se llegó a realizar según la prensa escrita de Mondoñedo por la fuerte oposición del ?aventajado, talentoso y acaudalado? D. José Villamil y Albareda (padre de D. José Villamil y Castro). Aunque tenía en dicha cuenca lo más selecto de sus bienes, no se interesó lo más mínimo por el bien de sus caseros. Otro opositor notorio, a estos adelantos fue D. Fernando Manuel Lago Villamea(Notario de Mondoñedo), que tuvo ?empantanada? la carretera de Villalba a Meira, en el trozo de Mondoñedo a Lindín, más de siete años porque la travesía proyectada en esta población pasaba por la presa de los molinos conocidos por del ?Penasco?, que eran suyos.
(1)- Semanario, La Voz de Mondoñedo, 26 de septiembre de 1903, número 27.
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