Acabo de descubrir ao grupo Las Migas.
Son magníficas, e non é unha opinión subxectiva. A execución e interpretación son alucinantes. Só o feito de ver a dúas mulleres tocando a "guitarra flamenca", que non sei por que razón é territorio masculino, é digno de ver.
O tema "Me mueve el aire", segundo a súa páxina web, é un canto de reivindicación femenina, independiente, de taconeo y ?cara láva?.
Boa fin de semana, que disfrutedes!
ME MUEVE EL AIRE
Yo no sé lo que me pasa
pa la gente de mi casa
que me he echao a perder
Por lo visto lo que hago
es toíto lo contrario
de lo que debiera hacer...
Cuando voy a los reuniones
de fiambreras de colores
suscito la compasión
y entre charlas de recetas mis amigas me comentan
que se me pasa el arroz
Que si guapa, que si lista
que me voy a poner muy vista
cuándo voy a entrar en razón.
Pero no saben que yo
soy suspiro que en el aire va flotando
que se escapa de las manos
y a la suerte de los vientos
voy navegando
A mí me mueve el aire
el aire me mueve a mí
Cuando voy falta de amores
lanzo a discreción un guiño
pongo boca de piñón
y me sobran los cariños
No le temo al rencor
ni a la envidia
ni al temor
ni a las ganas de dejar de ser quien soy
¡Que me dejen a mi aire, que yo sé por dónde voy!
¡Que me dejen a mi aire, que yo sé por dónde voy!
Se vos gustou, hai máis:
http://www.youtube.com/watch?v=0Q8wLJpurUQ
http://www.youtube.com/watch?v=5V3yWUSmlqs
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 Me encanta Manolo Tena. No sé muy bien por qué. Se hizo famoso, allá por los noventa, con un disco que se llamó Sangre española (y que, como casi todo lo bueno, va de lo sublime a lo vulgar y viceversa, sin solución de continuidad).
Sin embargo, es otro trabajo suyo al que voy a referirme ahora: Insólito, de 2000. Tengo ese disco desde hace trece años (tantos como los que tiene) y confieso que algo raro me pasa con él. Ya el nombre (esdrújulo, sonoro, contundente) produce en mí cierta fascinación. También su carátula, que recrea dos imágenes inolvidables para los que amamos el cine: Charlot, pintándose un bigote, en el anverso; Dustin Hoffman, observando las piernas de Anne Bancroft, en el reverso. En ambos casos, se adivinan las facciones de Tena.
Pero, claro está, lo que más me gusta de este disco es una canción: A ninguna parte. Dice así:
Ahora que he perdido mi último descarte en la gran partida, me
queda la huida a ninguna parte. Cerca del olvido, donde no
encontrarte en un lunes negro, tan lejos del fuego, tan lejos de
amarte. Digo adiós a la pasión, adiós a la emoción del amor y
su abrazo. Ya ves, yo que fui tanto, pongo punto y aparte.
Adiós al sueño aquel de amor a flor de piel tan lejos del deseo.
Hoy viajo como el viento, hacia ninguna parte. ¿Por qué perdí la
llave de un tiempo en que buscarte era mi único empeño?
Al fin seré mi dueño, allá en ninguna parte.
Y ya encontré la clave de mi último descarte en este lunes ciego.
Tan lejos del fuego, tan lejos de amarte. Digo adiós a la pasión,
adiós a la emoción del amor y su abrazo.
Ya ves, yo que fui tanto, pongo punto y aparte.
Adiós al sueño aquel de amor a flor de piel tan lejos del deseo.
Hoy viajo como el viento, voy a ninguna parte.
No sé qué significa. No hay una historia que contar. Simplemente, es poesía.
Cuando, alguna tarde plomiza, inserto el disco en mi equipo de música, religiosamente, como quien enciende una vela a san Antonio, nunca escucho sus diez cortes: simplemente escucho diez veces el corte número siete.
Muy poco recomendable (si uno no quiere sumirse en la tristeza).
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