
Esta rexión chilena tan significativa e emblemática ten unha superficie similar a Galicia.
9 de septiembre de 1942
ARAUCANÍA
Por Ramón Suárez Picallo
Un grupo de refugiados republicanos españoles, curiosos por verlo todo y enterarse de todo, presenciaron días pasados el desfile de los campesinos chilenos, asistentes al Congreso celebrado en Santiago. Al aparecer la delegación araucana los españoles aplaudieron a rabiar y comentaron:
-Son los de la Araucanía - decían.
Y es que Araucanía, tiene en los oídos españoles resonancias amorosas y legendarias. No se trata sólo de las gloriosas octavas reales de Alonso de Ercilla, en las que quedó glorificada para siempre la raza primigenia de Chile, estudiada y comentada en los Institutos españoles de segunda enseñanza.
No se trataba del recuerdo de la escuela primaria más popular y más indeleble. En las escuelas primarias de España se leía un texto de Historia Natural, con un breve resumen sobre cada uno de los productos más populares de la tierra, que en el libro decía:
?LA PATATA: Producto básico de la alimentación popular en España y en otras muchas naciones. Proviene del antiguo Reino de Chile, en tierras de la ARAUCANÍA?.
-¿Te acuerdas? ?le decía un español a otro- cuando nos preguntábamos ¿dónde estaría ese Reino con un nombre tan hermoso? ARAUCANÍA, eufónica y resonante como una canción, flor de guerreros, cogollo de bravuras. Y, además, los que hicieron al mundo el regalo sin par de las patatas, el pan de los pobres que no pueden comer pan.
Así comentaban los españoles el paso de los araucanos que trajeron a la capital de Chile, la voz de la raza matria, de los ?hombres de la tierra?, levadura de la nacionalidad. Presentaron a los Altos Poderes del Estado un memorial de aspiraciones relacionadas con su vivir rural milenario, en tierras convulsionadas y duras. Tierras que ellos aman porque son de ellos y para que ellas, las tierras de sus mayores, sean de ellos como es el aire y la luz del sol. Su voz, su palabra quedó aquí palpitando, escuchada y atendida, como fue aplaudido el paso de sus gentes mientras quienes la trajeron se vuelven a sus comarcas envueltas en la música ancestral de su patronímico glorioso ¡ARAUCANÍA!
(Artigo publicado no xornal La Hora en Santiago de Chile o día 9 de setembro de... 1942) |